jueves, 30 de diciembre de 2010

Jana: 3ª parte


Repasemos los sucesos de hoy:
1- Me encuentro un ángel en mi casa que quiere joderme.
2- No puedo hacer nada para impedirlo
3- Aparece un demonio en MÍ clase
4- Declara en voz alta que está interesado en mí.
5- No sé que voy a hacer a partir de ahora.
6- Odio a Rest.
7- Al fin algo bueno, tengo un demonio que quizás, muy quizás me ayude a hacer desaparecer a Rest del mapa.
Bueno dos contra cinco, pero algo es algo.
-Bueno chicos tranquilos-dijo la profesora- debido a este nuevo compañero y una reunión de profesores, hemos decidido que lo mejor es que nos pongamos por parejas.
Todo el mundo empezó a cuchichear, yo no, estaba pálida. ¿Un compañero?, no me gustan mucho los humanos (socialmente) para encima tener uno al lado.
-Silencio por favor, bueno empecemos- la profesora comenzó a nombrar las parejas, hasta que llegó a Thomas Rout.
-¿Alguien sabe algo del señor Rout?-
Nadie dijo nada. Pero yo y el… ejem de Rest sí que sabíamos algo.
-Bueno, entonces Christian usted se sentará con la señorita Jana Mashin.
Otro punto a la lista, tres contra cinco, por ahora. Eso puede convertirse fácilmente en cero contra ocho.
-Encantado-dijo con una sonrisa en los labios.
Coloco una mesa a mi lado izquierdo ya que mi mesa estaba pegada a la pared que daba a la ventana. Se sentó colocando las dos manos encima de la mesa, mientras jugaba con un papel que había.
-Con que Jana Mashin, eh, me gusta-
Le mire sin atisbo de ser simpática y me dedique a mirar por la ventana.
-Que interesante no… dos demonios en la misma clase- susurró muy cerca de mi oído.
Con un escalofrío en la piel me volví.
-Demasiada casualidad, ¿no crees? –
Estaba literalmente pegado a mi cara, con solo moverse un centímetro o dos llegaría a mis labios.
-Uno no ve todos los días un demonio tan sexy en un instituto-
-Gracias por el cumplido- le sonreí fríamente y me vire hacia la profesora.
Justamente estaba encaminándose hacia nuestra mesa.
-Por favor Christian, si necesita algo siempre puede pedírmelo, aunque estoy segura de que la señorita Mashin le enseñara las instalaciones y le indicara su horario-me miro por encima de sus gafas, dejando el mensaje claro se marchó a dar la clase.
La clase paso normal, excepto por el hecho de Christian a mi lado mirándome fijamente, cosa que me sacaba de quicio.
Cuando sonó el timbre y la profesora se marcho muchas chicas entre ellas Ciara se acercaron a mi mesa, bueno la mía y la de Christian.
-Hola, me llamo Ciara Versi-le sonrió tímidamente.
-Encantado de conocerte- muchas chicas se presentaron pero el siempre les contestaba lo mismo.
Llego el profesor Marc de matemáticas y se fueron enseguida a sus puestos salvándolo de una marea de preguntas.
-Bien, cuando se calmen les entregare el examen de la semana pasada- y dicho así empezó a entregarlos.
Cuando llego a mi mesa saludo a Christian y le pregunto cómo había ido la mudanza y el cambio de clase.
Por lo que oí simplemente bien un poco agitada.
-Bueno concentrémonos en usted señorita Mashin. Me entrego el examen un uno con tres. ¿Se puede saber que notas son estas?, espero que me lo traiga firmado por sus padres. Habrá que tratarla como una niña si no cambia de actitud- cuando termino sigo repartiendo.
Maldita sea, tenía que mejorar ya o llamarían a casa.
-Deberías mejorar y rápido- dijo Christian.
-Gracias por el consejo-repliqué molesta.
-Para ser un demonio eres un poco infantil sabes-
-No soy infantil, esa semana tenia cosas que hacer más importantes que un estúpido examen que no me va a servir para nada-le mire furiosa.
-El hambre es mala, estoy contigo en eso- miro al frente y empezó la clase.
Recreo al fin, aire fresco. Iba a salir pitando cuando recordé mi responsabilidad sobre Don Klum.
Me miro fijamente sentado con una mano encima del respaldo cayendo desenfadadamente.
-Te toca cuidarme guapa- se levanto y me miro esperando.
Era muchas más alto visto de cerca, mi metro setenta se quedaba muy corto a su lado.
-Bueno, vamos- sin saber que decir nos dirigí a la zona trasera donde había un par de grupos comiendo juntos.
Iba a alejarme lo suficiente para no oírles cuando alguien más que me, nos llamo.
-¡Ey!, Christian, Jana sentaos aquí- era Ciara
Fantástico. Abrí la boca para negarme como muchas otras veces pero volví a recordar a mi acompañante.
-Ve tú si quieres, yo me voy- me di la vuelta y fui a la pequeña mesa de picnic entre los árboles.
Mala idea. Christian me agarro por la cintura.
-Eh, eh, espera- dijo en mi oído- ¡Ciara lo siento voy a acompañar a Jana, le he cogido cariño!-le guiño un ojo y me llevo a la mesa.
-¿Me has cogido cariño?, ni que fuera un perro- bufé.
-No era mi intención ofenderte- dijo verdaderamente arrepentido.
Arqueé las cejas y no dije nada.
El día paso lento, pero paso.
Me despedí de Christian en clase y salí tranquilamente.
Esperaba no tener más altercados en lo que quedaba de día, que ya era mucho pedir.
Pero el señor como es normal no está conmigo.
Rest estaba apoyado en el portal de mi edificio. Esperándome.
-Gran rey, llévatelo del infierno donde lo sacaste- me dije para mis adentros.
-Menos mal, me estoy muriendo de hambre- dijo sonriendo.
-Ya, y… ¿Quién te ha dicho que te voy a dejar entrar?-
-¿Puedes impedirlo?, no- sonrió descaradamente.
-Te conozco de tres días y ya te odio, impresionante- cuando se estaba riendo distraído entre y cerré la puerta con un golpe.
Su mirada era gélida.
-Abre- exigió.
-No se aceptan idiotas, lo siento, yo no hago las normas-me burlé.
-Ya se acabaron las bromas, abre la puerta ya-
Por si nunca habéis visto un ángel cabreado, dan mucho miedo, más de lo que pensaba y añadiendo que ese ángel era Rest la cosa se pone peor.
Estaba abriendo cuando algo lo atacó. Demonio.
Termine de abrir la puerta y los busqué. La calle estaba alarmantemente vacía, la calma antes de la tormenta.
Y así fue, cuando mire de nuevo a mi derecha Rest estaba corriendo cuchillo en mano.
-¡Entra y espérame!- gritó.
No me dio tiempo a contestar el demonio estaba detrás.
Abrí de nuevo la puerta la mantuve y me asomé.
Rest estaba en el suelo y el demonio le intentaba morder el cuello.
Fantástico solo quedaba yo como ayuda.
Cerré los ojos y me concentré en esa fuerza interior, me envolvía como magia negra.
Cuando abrí los ojos eran completamente negros literalmente.
Salté sobre el demonio quitándoselo de encima y me prepare para contraatacar.
Y así fue, con los dientes al descubierto y las manos por delante me salto encima, pero veréis, si hay algo que hago bien es matar y no importa que sea.
Esquivé hacia la izquierda y me lancé sobre su espalda hundiendo los dientes en su cuello.
Gritó y me reí. Se viró furioso preparado para morderme cuando un cuchillo le atravesó el pecho, un cuchillo brillante.
Mi parte no racional me alejo lejos del cuchillo.
Rest le había atravesado el pecho con su cuchillo. Y ahora respiraba jadeante.
-Jana-jadeaba- vamos adentro-.
La parte no racional seguía controlándome así que no me moví.
-Maldita sea Jana, vamos- repitió.
Me miró y vi el miedo en sus ojos. Acababa de matar un demonio, ¿por qué me tenía miedo a mí?
Iba a preguntarle eso pero no salió lo mismo en mis labios.
-Tíralo-dije con voz ronca.
-El qué- hablo cuidadosamente.
-El cuchillo, tíralo lejos- en mi interior sabía que si lo tiraba lo iba a matar.
Y creedme no quería matarlo. Pero luchar contra esa parte negra de mi alma era muy difícil, y doloroso. Y lo hice no sé si porque realmente no quería matarlo o porque odiaba esa parte de mi, solo sé que lo hice.
-No…, no lo tires- dije entre fuertes jadeos, al ver que recogía el cuchillo abandonado.
-¿Qué te pasa Jana?- preguntó, como explicarlos, no lo pregunto realmente en serio, lo pregunto como si fuera un deber.
-Aléjate- y fue ahí cuando empezó la verdadera agonía.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Jana 2ª parte.


Me desperté con un dolor de cabeza increíble, las sábanas se me pegan al cuerpo empapado de sudor. Debía de haber tenido una pesadilla horrible, pero, no me acordaba de nada.
Lo único que me venía la mente era algo color oro pero no sabía con que relacionarlo.
Me levanté lentamente, procurando no caerme a medida que me acercaba al espejo situado encima de la cómoda.
Tenía el pelo suelto enmarañado y un corte en la mejilla. Fascinante al día siguiente clases y tenía pinta de borracha. Miré el horario encima de la mesilla de noche en un lateral decía “
entregar trabajo sobre el comportamiento en el aula”.
¡Ja!, no tenia mejores cosas que hacer con resaca (supongo), que ponerme con un estúpido trabajo de comportamiento.
Fui a la cocina a tomarme una aspirina o lo que sea, el dolor de cabeza me iba a matar. Se escuchaba el zumbido de la tele, seguramente la deje encendida cuando salí, a vete a saber dónde.
Me tomé dos con un vaso de agua y espere los efectos unos minutos. Parece que la mente empieza a despejarse, recuerdo que fui a una fiesta pero no sé con quién. Maldito dolor de cabeza, aunque sea las pastillas ayudaron un poco.
Con los ojos cerrados intentando apartar todo estimulo visual para evitar más dolor de cabeza, me tumbé en el sillón.
En mi vida había abierto tanto los ojos. Debajo de mi había alguien, supongo que vivo. Preste atención hasta que escuché una respiración acompasada. Me di la vuelta para ver quién era. Tenía el pelo color oro, la piel morena y era bastante alto. Ese color de pelo me sonaba pero…
¡Claro!, después de la fiesta me alimente, y un ángel me siguió, debe de ser él.
No, no puede ser posible. Uno de los dos estaría muerto no durmiendo en mi sofá.
Le mire mas fijamente hasta que encima de su pecho por la parte izquierda se veía un pequeño tatuaje, era como una runa formada por líneas mezcladas entre sí. Fantástico un ángel durmiendo en mi sofá. Además, aunque tuviera mi experiencia no contaba con ningún arma demoniaca, en cambio, él tenía un cuchillo en su cinturón.
Tenía que recordar porque no nos matamos cuando nos encontramos.
Por supuesto, el otro demonio que mató. Maldito ángel, como consiguió dejarme inconsciente. ¿Y me trajo a mi casa y me acostó? Todo esto era un mal sueño. ¿Quería matarme de hambre no?, pues va a sufrir su propia medicina. Lentamente intenté sacarle el cuchillo del cinturón. Un poco más y ya lo tendría ese cabrón se iba a enterar.
- Wow, wow, wow. Cuidadito con lo que tocamos demonio, ¿pensabas matarme mientras dormía?
Increíble, me única oportunidad de deshacerme de él para siempre esfumada.
Entorné los ojos y me senté en el suelo, alejándome todo lo posible.
- No te asustes tesoro, no tengo ganas de matarte es mas tengo hambre, espero que tengas algo bueno en esa nevera aparte de trozos de carne cruda- dijo mientras se levantaba.
No dejé de mirarle mientras iba hacia la nevera, sacaba el jamón que tenia y mas la bolsa de pan de molde que había en la encimera se hacia un sándwich.
- La verdad estoy impresionado, quien lo diría un demonio con pan de molde, ¿es por aparentar no?- tenía en la mano un sándwich de cuatro pisos.
Me miró interrogante esperando a que hablara. Mientras el masticaba su sándwich yo estaba pensando en una salida. La ventana quedaba descartada soy un demonio no superman, la caída me mataría. Salir por la puerta quedó descartado desde que se levantó. Así que o me encerraba en el baño o ponía esperanzas en que no me matara.
Sí. Me encerré en el baño, soy un demonio me como a la gente, no soy súper fuerte o lo que sea que estéis pensando.
Empezó a reírse en la cocina.
- Enserio, ¿te has encerrado en el baño?
- Sí, eres un psicópata y esto es allanamiento de morada- dije con voz temblorosa, ¿psicópata, de verdad dije eso?-
- Quien se estaba comiendo a un tío en un callejón eras tú, no me eches el muerto a mi- noté como se apoyaba en la puerta.
- ¿Si salgo me mataras?-
- Si-.
- . . ., ¿y si te hago otro sándwich?
- En ese caso puedes salir- se apartó de la puerta.
- Júralo-
- Lo juro-.
- Júralo enserio-.
- Juro por el Arcángel Gabriel que no matarte si me haces un sándwich ahora mismo-.
Salí lentamente y sin dejar de mirarle puse la barra de la cocina entre nosotros.
- ¿Qué haces aquí? ¿Por qué no me has matado? ¿Quién eres?- solté todas las preguntas juntas.
- De una en una mejor eh. Primero pregunta, estoy aquí esperando que me hagas el sándwich acordado, no te he matado porque lo he jurado a cambio de dicho sándwich y soy un ángel por si te habías olvidado-sonrió con desenfado
- Me refiero a que haces aquí en mí casa, durmiendo en mí sofá, como estoy aquí cuando estábamos en el puerto y cómo te llamas, ya sé que eres un ángel – puse énfasis en cada mi.
- Tranquila tesoro. Estoy aquí jodiéndote la vida, no te he matado porque como te dije espero que te mueras de hambre y me llamo Rest-.
- ¿Por qué te interesa tanto que muera de hambre?- pregunte con sospecha- Los ángeles no sois crueles, matáis limpiamente-.
- Mmm…, veamos chica lista, porque no me haces mi sándwich y nos dejamos de preguntas no estoy de humor- se sentó a esperar.
Lo termine en silencio, esperando no cabrearlo y que cambiara de idea sobre matarme. Al ver que lo termine me lo quito de las manos y se fue.
- A, por cierto estas muy mona cuando duermes, casi pareces buena y todo- se rio descaradamente y cerró la puerta.
Mi cara era un poema, ese maldito bastardo se estaba burlando de mí, y encima no podía hacer nada.
Lo que me faltaba.Iba a tener que escribir la disculpa de doscientas palabras, si no como bien decía la nota encima del sofá mis pequeñas raciones de carne en la nevera desaparecerían.
_________________________________________
Al día siguiente fui a clase, todavía tenía el corte en la cara. Me iba a esperar un día de preguntas estúpidas por parte de mi clase.
Diablos, está empezando a llover, lo que me faltaba llegar empapada a clase. Corrí el camino que quedaba hasta el instituto y me refugié en la entrada, había empezado a llover a cántaros.
Llegue a clase chorreando agua por todas partes, deje mis cosas en mi sitio y me fui al baño. Aunque sea la carpeta había salvado a mi pelo de mojarse, la ropa era otra cosa y los zapatos mejor dejarlos aparte.
Volví a clase, desde el pasillo se escuchaba jaleo. Entré y me senté en mi sitio, le pregunte a Ciara que pasaba.
- ¿No te has enterado?, de verdad Jana eres imposible-puso los ojos en blanco- hoy ha llegado a clase un chico nuevo, se llama Christian.
Parecía que iba a decir algo mas pero llego el profesor con un alumno nuevo supuse que sería ese tal Christian.
- Buenos días chicos y chicas, supongo que todos sabemos que hoy llega un alumno nuevo a esta clase justamente-dijo mientras se colocaba las gafas con un dedo- Dejémosle presentarse.
Un chico de pelo oscuro, piel clara, alto. Se le notaba la musculatura, que no era muy prominente.
- Señores y señoritas- digo guiñando un ojo a las féminas de la clase- mi nombre es Christian Klum, tengo diecisiete años y... me gustan las chicas pelirrojas- sonrió con descaro.
Toda la clase me miro, era la única pelirroja. Cuando miré a los ojos a Christian Klum vi algo que temía y a la vez deseaba. Era un demonio.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Jana


Examen de matemáticas. Hasta para alguien como yo a quien le gusta contar catástrofes o desgracias es horrible.
-chsst, Jana.
Miré a mi izquierda.

Thomas Rout me estaba llamando. Es el típico inútil, bronceado y con mucho músculo. En resumen, una presa fácil.
Le di una sonrisa sensual y espere a que dijera algo.
-Léelo- me dio una nota y me devolvió la sonrisa.
El profesor carraspeó al vernos y miré el examen. No había escrito nada, tampoco es que me preocupara solo estaba en esta instituto por diversión.
Abrí la nota esperando no aburrirme.
últimamente me he estado fijando en ti. ¿Vienes a la fiesta de esta noche?”
Alcé una ceja. Últimamente, ese bastardo no me había quitado los ojos de encima desde que llegue a este instituto, es decir dos semanas aproximadamente.
Arrugue la pequeña nota y el timbre sonó. Lentamente recogí mis cosas y salí.
Thomas tenía una estúpida sonrisa en su cara mientras leía mi respuesta escrita en la mesa.
Fácil. Esta noche tenia la cena asegurada.
Os preguntareis, como es que catalogo a la gente de presa fácil.
Eso es igual de fácil, soy un demonio. Necesito alimentarme de carne, no me vale la sangre como un vulgar vampiro.
Como no, soy bastante atractiva, necesito atraer presas y con mi pelo rojizo, mis labios carnosos y cuerpo curvilíneo es tremendamente fácil.

Parece divertido ¿no?. No tienes que hacer nada, en clase, puedes conseguir a cualquiera que te propongas. Pero es todo lo contrario, la gente con los años se pregunta cómo puedes ser igual que cuando tenías 17 y alimentarse se vuelve difícil. Pero el mayor problema no son esas cosas, al lado del verdadero problema eso son nimiedades. El verdadero problema son esos malditos ángeles caídos. Creen que recuperaran sus alas si consiguen atrapar un demonio.
Pero encontrar un demonio no es para nada fácil, no suele haber más de uno en una ciudad en cambio esos malditos ángeles están en todas partes.
Llevó un mes aquí, en Burlington y no he visto rastro de ellos. Al parecer son muy ruidosos. Yo soy todo lo contrario, nunca me han visto.
Con una sonrisa en la cara, me encamine a la salida más próxima, es ultima hora.
Se respiraba el aire de primavera. La salida estaba bordeada por cerezos en flor.
No había nadie en el camino todos esperaban el transporte público, o iban charlando con sus amigos.
Mi pelo ondulado revoloteo delante de mis ojos debido a una brisa. Se olía el mar.
Un sonido como el crepitar de las llamas atrajo mi atención hacia la derecha. Nada. Solo las ramas de un cerezo meciéndose. El sonido volvió a repetirse un poco más lejos. Y lo vi.
Un demonio, joven supuse por sus ojos, eran negros pero todavía se apreciaba el rojo en ellos. Mis ojos eran completamente negros, indicación de que ya tenía experiencia por así decirlo.
Entrecerró los ojos y corrió hacia el bosque. Se largaría a otra ciudad, esta era mía.
Llegué a casa. Estaba situada a unas manzanas del instituto, cerca de una cafetería.
Era un apartamento pequeño, solo un dormitorio, un baño y salón-cocina.
Deje las cosas encima de la barra de la cocina y me fui a dormir, la noche iba a ser larga.

____________
Para cuando llegue a la fiesta eran las once. La entrada estaba abarrotada de gente bailando y bebiendo al mismo tiempo.
Entre tranquilamente y me dirigí hacia Thomas, que estaba en la barra. Me apoyé en su hombro.
- Ey, pensaba que ya no ibas a venir- dijo recorriéndome con la mirada.
- Nunca me pierdo una fiesta- le conteste en el oído.
Lo arrastre a la pista mientras se despedía de sus amigos.
Llevaba unos vaqueros y una camisa oscura, resaltando su pelo rubio y ojos claros.
- Bonito traje- sonrió.
Mi traje negro se me pegaba a la piel resaltando mis curvas, esta noche lo tendría fácil.
Estuvimos toda la noche bebiendo y bailando pero ya era hora, me estaba muriendo de hambre.
- ¿Qué te parece si vamos un momento fuera?- le dije mientras agarraba su pantalón.
- Claro- estaba borracho.
Lo arrastré entre la gente y una vez fuera lo empecé a besar mientras le quitaba la camisa, sus manos no se estaban quietas. Sin que se diera cuenta lo fui llevando al interior de un callejón, una vez alejados le mordí el cuello con todas mis ganas.
Gritó. No duro mucho tiempo se desangró rápido.
En estos momentos podría decirse que no era yo, solo había un demonio a cuatro patas comiéndose a un chico.
Un ruido de asfixia. Me levante y me acerque sigilosamente a la fuente del sonido.
Era el demonio de esta mañana, la única diferencia es que estaba muerto. ¿Quién lo mato?, el puto ángel que estaba a su izquierda. Maravilloso y yo con un cadáver a unos metros, aunque sea ya había saciado mi hambre, era hora de retirarse.
Salí del callejón lentamente, no había nadie en los alrededores, mire por última vez atrás. Mala idea, el ángel se acercaba corriendo.
Mierda, salí disparada hacia delante, era rápido, ya había matado a un demonio si me estaba siguiendo es que había cometido un delito mayor, son pocos los ángeles caídos que necesitan matar a más de un demonio para conseguir sus alas.
Derecha, izquierda. No para de meterte entre callejuelas, pero nunca lo despistaba era muy bueno. A este paso iba a cogerme tenía que enfrentarme a él.
Estábamos en el puerto silenciosamente vacio, era mi oportunidad. Me di la vuelta y lo vi a unos metros de mi, tenía un cuchillo blanco que brillaba en la mano.
Genial un cuchillo bañado en sangre de ángel, en mano de uno con mucha práctica.
- No te basta con un demonio- le grité.
Él simplemente sonrió, estaba muy jodida.
Empezó a rodearme mientras iba cambiando el cuchillo de mano, así iba a ser difícil esquivarle.
Atacó. Una y otra vez mientras le esquivaba, su piel era morena, su pelo color oro al igual que sus ojos. Su cuerpo era musculoso pero sin sobrepasarse, era bastante alto y no paraba de sonreír, me sacaba de quicio.
En uno de sus ataques le cogí el brazo, y tire del hacia atrás hasta dislocarle el hombro, no abrió la boca para gritar pero si dejo de sonreír. Yo en cambio reía, le mordí y dejo caer el cuchillo, tenía la mandíbula muy tensa debido al dolor.
Estábamos jadeando y sudando, en su mirada vi un poco de respeto, seguramente pensaba que era una inepta.
- Asustado ángel-
- Ni por un segundo, demonio- me acorralo contra la pared sin darme tiempo a reaccionar-
- No voy a matarte, es más me pareces muy interesante, ¿Cuánto crees que aguantaras sin comer?- me dijo al odio.
Maldito hijo de puta, iba a matarme de hambre.
Tenía dos meses como mucho para librarme de él o estaba jodida.
- Descuida, estoy a dieta- le sonreí.
- ¿De veras?, que lastima, tendré que quedarme más tiempo contigo-
Me tenia sujetada por los brazos con su cara a escasos centímetros de la mía, sus ojos brillaban.
- Vas a morir-.
- Lo sé- por una vez en mi vida tenia miedo, solo estaba haciendo esto para divertirse, ya tenía sus alas aseguradas hacia tiempo
.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Menos mal que no escribimos nuestros nombres en sangre


La cosa va de un juego de varios que, de repente, cambió a uno de dos.
Eso que dicen de "en quienes mas confias te empujaran lejos" cobra sentido. Quizá no fue un empujón, pero si fue un empujoncito y te das cuenta.
No se trata de ser yo el centro de atención, de ser yo la reina, de que todo vaya regido a mis normas, se trata de dejarme entrar en el juego y no solo a mi a todos. Porque ese mundo de tú y yo ya no cabe en mi mente, he madurado me siento diferente, y por eso no insisto. Espero que algun dia y pronto os deis cuenta de como habeis cambiado. Todo por un enfado y lágrimas, mías encima.
Actuas como si el mundo estuviera dividido en dos partes, ella y el resto del mundo.
Pues que sepas que soy la primera que se esta cansando de este juego de dos, primero me dejais de lado por un par de falsos y ahora os encerrais en vosotras mismas.

No si encima despues si pasa algo la mala soy yo y a la que defiende ella es a ti. Vale, os conoceis de mucho antes pero deberia ser neutral pero bueno ese tipo de cosas te hace darte cuenta de con quien debes contar.
Y como no si sacas el tema todo es no o ahora no. Pues en mi mente las cosas van si y ahora. Supongo que en ese rollo de madurar os quedaistes atrás mientras los demas dimos un paso algunas mas otras menos, pero lo dimos.
Con esto no quiero decir que os odio, os quiero pero es evidente que soy como esa madre con la que contabais y ahora sois niñas grandes y os fuistes, la paradoja esque no os hicisteis "grandes".
Bueno yo no voy a ser la que vaya de tonta a reclamar vuestra atención, si os cansasteis de mi como de un juego adios muy buenas, si no podeis vivir mas que vosotras dos como ya dije mas arriba los demas que estamos en la mesa viendo como jugais a un juego de dos llegara un dia que nos levantaremos y diremos adios. Y no se trata de remplazaros, pero cada vez os siento mas lejos y a ellas mas cerca quiza sea hora de replantearme quienes son las que se quedarán conmigo en primera línea y quienes correran.
Posiblemente algun dia todas nos separaremos, pero siempre sabremos a quien llamar en apuro y con quien contar.
Supongo que es ahora de decir hola conocida, adios amiga.

jueves, 18 de noviembre de 2010


Palabras vanales sin sentido.Solo sabes escupir un diccionario de palabras incoherente. Hipocrita, ¿crees que no te veía?. Estabas con ellos alli como si nada, como si la mala jugada se borrara con un chiste. Pues lo siento, aqui sigue enterrado ese masazo.
Ya sabes interes,curiosidad,aburrimiento,asoramiento,necesidad.
Simplemente es un juego de ajedrez donde eres el peón y todos te mueven a su antojo.
Nose si cambiasteis , os quitasteis la máscara o estaba ciega.
Pero esta tonta ya ha quedado como "demasiado tonta".
Paso de juegos, de palabrería, de promesas, de "voy de guay".
Es mejor ser yo, posiblemente odiada o ignorada, pero mejor que eso que ser un titeré.
¿Que se rien a mis espaldas?, no me tiro por un puente.
Solo es cuestión de cerrar los ojos y pensar que no están ahí que todo lo que dijeron,hicieron, querrán hacer nunca existió o existira, se esfumó.Imaginación digamos.

Es doloroso, sentirse estafado,engañado,solitario,traicionado,apartado.
Darte cuenta de que lo que mas temías esta ahi, que no es una mentira.
Que se lo creen, se creen sus 4.9/5 de mentiras y su 0.1/5 de verdades.
¿Pero sabes lo peor?, estar ahi sentirlo, saberlo,prevenirlo sin resultado.
Pero que todo lo que dijiste, hiciste,intentaste se fue volando cual pájaro.
Luego te tocará sentir que se esconden, que te rehuyen, que esconden algo y cuando sepas ese algo que nada será igual.
Y aún peor sabes que nadie dará la cara, que simplemente enterraras todo y algun dia despues de todo lo que has echo te lo echaran en cara, o te menospreciaran como si fueras un extraño y entonces en ese momento te darás cuenta de como es la vida, y cuando te encuentres delante del abismo y caigas verás que eres mejor cuando te golpeas.
-"En la gran mesa de juego que es la vida, el incómodo no es el tramposo -que se limita a jugar de una determinada manera, pero participa- sino el que rompe la baraja"-

Dolor. Autor:Emanuel Moreira Rodriguez


El dolor no está sentado en tu habitación mientras escuchas música que te devasta y sientes que el mundo va en cámara lenta, porque tu corazón ha sido metafóricamente hecho trizas ya que la sociedad no te entiende y tu ropa no se ajusta a la moda actual.
El dolor no está sentado en la cocina cuando estas llorando en un rincón luego de haber terminado con esa pareja que te ha engañado después de tanto tiempo de una relación tan profunda.. Y no puedes pensar en nada mas y el pecho duele tan fuerte que piensas que ya nunca podrás volver a ser feliz como antes.
El dolor no está cuando te miras a espejo por que subiste 5,10 kg y sientes que eres la persona mas repulsiva y miserable del mundo y que nadie podrá entender como te sientes... Eso no es dolor... No, el dolor está sentado en una habitación de hospital que está lleno de risas forzadas, pero no hay nada divertido en absoluto cuando en el centro hay un cadáver cubierto con ropa de cama y su boca está abierta y los labios se mueven, pero la vida no está bombeando a través de sus venas de la forma en que solía hacerlo como cuando corría descalza por la casa de azulejos fríos con su pelo radiante a su alrededor y una sonrisa que contagiaba felicidad a cualquiera.
Dolor es ahuyentar las lágrimas corriendo por tu barbilla y sujetar fuertemente una mano de la que solo se desprenden huesos aferradote a ella sabiendo que pronto ya no lo podrás hacer y tu mente se sigue infectando de recuerdo felices de la infancia, malditos recuerdo felices que solo te inundan de mas oscuridad.
El dolor es la mirada fija en una cara que amas y solo poder ver muerte y saber que nada de lo que hagas podrá resistir a los demonios cuando ellos ya han devastado su cuerpo el cual ya está agotado, cansado y sollozando los pedazos de su caja torácica, comenzando a cerrar la puerta detrás de ti y no puedes hacer nada, ya esta todo dicho, ya no importa nada. Solo sigue respirando el aroma amargo de líquidos de limpieza que desprenden los hospitales tratando de ocultar la decadencia.

martes, 26 de octubre de 2010



Se quedó mirando al avión pasar, de noche sin las luces artificiales de la ciudad parecía una estrella fugaz, sabía que las estrellas fugaces no cumplen deseos pero aun así algo la insto a pedir uno.
“Qué esto acabé ya, no quiero más muertes”.
Suspiró paulatinamente y se limpió la boca con el dorso de la mano. La tenía llena de sangre y entre sus dientes sentía restos de carne.
Arrastró lo que quedaba del cuerpo al hoyo que le había costado varias horas de sol y lo cubrió en poco tiempo.
Se miró las ropas, las tenía cubiertas de sangre de sus pies descalzos pasando por sus vaqueros hasta su sudadera negra. Tenía un mechón de pelo cubierto de sangre y parte de la cara.
Volvió a paso apresurado, serpenteando entre los senderos hasta llegar a la carretera. Miró de izquierda a derecha y entró en el coche que la esperaba. Dentro un chico de pelo negro y ojos negros la saludó.
-Tardas demasiado-dijo como respuesta.
-Ya lo sé, pero sabes que odio esto, cada vez más-
Arrancó el coche y la miró.
-Con los años se hace más fácil, pero no menos odioso vete acostumbrando-.
Noté la pesadumbre en su mirada, hacía años que él se había rendido.

jueves, 21 de octubre de 2010

Alibi






Hay señales de advertencia, sin coartada
Estaban desapareciendo más rápido que la velocidad de la luz.
Tomó nuestra oportunidad, se estrelló e incendió.
No, nunca jamás aprenderá.

Me derrumbé, pero volví de nuevo,
Y luego me vino abajo, pero volvió de nuevo,
sí.

Ambos podía ver muy claro,
Que el inevitable final estaba cerca.
Hecho nuestra elección, prueba de fuego,
Para la batalla es la única manera de sentirse vivo.

Me vino abajo, pero volvió de nuevo,
Y luego me vino abajo, pero volvió de nuevo,
Y luego me vino abajo, pero volvió de nuevo.
way-o (x6)

Así que aquí estamos, hora de las brujas,
La forma más rápida a su vez de dividir y devorar.
Divide y devorar.
Si yo pudiera poner fin a la búsqueda del fuego,
De la verdad, de amor, de la mía, a suspirar. (?)

Y me vino abajo, pero volvió de nuevo.
Way-o (x9)

Me vino abajo, me vino abajo, me vino abajo,
Me vino abajo. Me vino abajo,
Pero volvió de nuevo.




viernes, 8 de octubre de 2010

Flipó


Estoy flipando.
Primero yo, ahora no, ahora si, ahora indirectas, ahora de nuevo no.
No soy un premio de consolación, o si o no. No me ando con rodeos. Y si sabes desde el principio que es no, no vengas de sentimental, porque al final malos rollos no ,directamente a falso.

Repito no soy un segundo plato, y para estas mentiras y despues como estas contra la espada y la pared dices la verdad, adios muy buenas.

Si hay una cosa que odio son los mentirosos y los que van a camelar para despues ignorarte.

Todos sabemos lo que hay y que no quiero malos rollos pero, si esto es un juego a dos bandas, creo que voy a dejarme ganar.

lunes, 13 de septiembre de 2010


Estaba buscando
Tú estabas en una misión
Entonces nuestros corazones se combinaron como
Una colisión de estrella de neutrones

No tengo nada que perder
Tomaste tu tiempo en elegir
Entonces nos dijimos el uno al otro
Sin rastro de temor que…

Nuestro amor sería para siempre
Y si morimos
Morimos juntos
Y mentira, nunca lo dije
Porque nuestro amor sería para siempre

El mundo está roto
Los halos no brillan
Intentas hacer una diferencia
Pero nadie quiere escuchar
Graniza.

Los predicadores, falsos y orgullosos.
Sus doctrinas se nublarán
Entonces se disiparán
Como la nieve en un océano.
El amor es para siempre

Y moriremos, moriremos juntos
Y mentira, digo nunca.
Porque nuestro amor podría ser para siempre.
Ahora no tengo nada que perder
Te tomas tu tiempo en elegir

Puedo decirte ahora sin ningún rastro de miedo
Que mi amor será para siempre y moriremos, moriremos juntos
Mentira, nunca lo haré
Porque nuestro amor será para siempre


E*

miércoles, 4 de agosto de 2010

I hurt


Este recuerdo se deshace . No hay nunca un porque para un recuerdo; llega derrepente asi , sin pedir permiso . Y nunca sabes cuándo se marchará. Lo único que sabes es que lamentablemente volverá. Aunque por lo general son instantes. Y ahora sé como hacerlo . Basta con no detenerse demasiado. En cuando llega el recuerdo, hay que alejarse rápidamente , hacerlo en seguida, sin miramientos, sin concesiones, sin enfocarlo, sin jugar con él. Sin hacerse daño. Solo un mal recuerdo, ya está, ya pasó...

jueves, 15 de julio de 2010

Capitulo 6: ojos grises.


-Taylor no te lo vas a creer-dije motivada
-Te crees que no estuve mirando por la ventana, Ja-
-Serás guarra-reí.
-Y a mucha honra querida, ahora dime, ¿besa de cojones?-
-…No le besé-
-¡Serás idiota!, se te cruza un sex symbol y solo se te acurre no besarle-dijo poniendo los ojos en blanco.
-¡Calla!-
-Jajajaja-.
-Me voy torturadora mental-
-Adiós, monjita-rió de nuevo.
-Que te den-dije en la puerta-por cierto tu ropa esta encima de la mesa-.
Ya en el coche respiré tranquila.
Conduje hasta una playa que había por allí cerca. Como dije hacía calor, llevaba bikini, pero no había nadie así que tenía la playa para mí sola.
Salí del coche y lo bloqueé con la llave, iba a ir ya a la arena cuando escuche golpes en el cristal.
Venían de la parte de atrás del coche. Me asomé y lo vi a él.
Se puede saber que hacía en mi coche. Le abrí y le grito eso mismo.
-¡Se puede saber que hacías en mi coche!-grité.
-Tiene una explicación-dijo sofocado.
-¡Una explicación, estabas metido en la parte de atrás de mi coche, no sé desde cuando! ¿Qué explicación le ves?-.
-Visto así no la tiene, pero me cole en un momento loco-dijo.
-Claro en un momento loco, te metes en coches de gente porque…-
-¿Por que soy atractivo?, no sé, me gustas vale, ya lo dije-
Puse los ojos en blanco como haría la mismísima Taylor.
-Como te gusto me acosas escondiéndote en mi coche-suspiré- bueno me voy a la playa.
-Como que te vas a la playa, me cole en tu coche, no piensas hacer nada más-dijo confuso.
-Hace calor no tengo ganas de discutir-dije sonriendo.
La verdad es que su cambio era demasiado grande para mí.
El otro día era un chico misterioso que me daba su número y calle y hoy es un acosador loco.
Parecía apenado con mi respuesta así que no insistió.
Me puse bien cerca de la orilla y extendí la toalla azul marino que llevaba en el coche.
No había nubes en el cielo y el agua era clara como el cristal.
Me iba a quitar la camisa cuando escuche un carraspeo detrás de mí.
Miré hacia atrás con las manos todavía en posición de quitarme la camisa y estaba Josh.
Arqueé una ceja- ¿no puedes estar a menos de 3 metros de mi o te atraigo tanto sexualmente que no puedes marcharte?-pregunté sarcástica.
Bajó la mirada y se sentó en la arena al lado de mi toalla.
Me quedé en bikini y respiré la brisa marina.
-Sabes, a mí también me gustas-dije mirándole a los ojos.
Sus ojos se abrieron sorprendidos.
-Pero ahora me das miedo-añadí.
No se le veía alegrado sino más bien rendido como si mi sentimiento no fuera suficiente, o eso imagine.
-Son bromas no te deprimas, pero me asústate escondido en mi coche- le dije sinceramente.
-De verás que lo siento, es solo que…-dijo con las manos tapando su cara.
-No te preocupes-dije encaminándome a el agua.
Estaba fresca al tacto en mi piel ardiente, no solo por el sol cabe destacar.
Me zambullí y nadé un poco, estaba confusa y acalorada.
Confusa porque el chico que me atrae y pienso que me gusta estaba ahí, como esperando que le diera ese beso que le negué.
Y porque no, salí del agua y me recosté sobre la toalla. Si, no me atrevía.
Me miró como esperando, ¿leía la mente o qué?.
Me armé de valor y le besé, si vale estaba en bikini todavía empapada y colorada, ¿Qué podría ir peor?.
Puede ir peor si la parte superior del bikini se te suelta y tienes que agarrártela rápidamente.
Él río en mis labios, mientras me ayudaba a anudármelo y al terminar me sujetaba de la cintura.
Y si sabía besar de verdad, no como un adolescente que titubea si no enserio, mordiendo mi labio inferior en el momento adecuado y deslizando su lengua por él.
Estábamos sedientos el uno del otro y éramos consientes de ello en ese momento.
De repente estábamos más calientes que el sol, y eso era mucho decir asique pare. Pero el no parecía muy dispuesto a parar con lo que aprovecho mi titubeó y me empujo encima de él.
Ya no controlaba las riendas y tenía miedo de no poder parar.
Más teniendo en cuenta que estábamos en una playa a solas y no había nada que me distrajera a parar. En ese momento sus manos empezaron a acariciarme persuasivamente.
Despego sus labios de los míos un segundo y beso mi cuello.
-Deberías ser menos persuasiva-jadeo.
-Perdona, eres tú el que sigue cuando gesticulo para-jadeé a su vez.
El río y me beso de nuevo, nos giró hacia mi toalla y se colocó encima de mí.
-No deberías ir besando a la gente en bikini-me miró de arriba abajo-es demasiado excitante-susurró-aunque claro, es un consejo no tienes porque seguirlo.
Mis ojos grises buscaron sus ojos dorados, que se encontraron a medio camino a mis labios.

lunes, 12 de julio de 2010

Solo es cerrar tus ojos y escuchar



Cuando haces tu mayor esfuerzo, pero no tienes éxito
Cuando obtienes lo que quieres, pero no lo que necesitas
Cuando te sientes tan cansado, que no puedes dormir
Atascado en reversa
Cuando las lágrimas corren por tu rostro
Cuando perdiste algo que no puedes reemplazar
Cuando amas a alguien, pero se desperdicia ese amor
¿Podría ser peor?
Las luces te guiarán camino a casa
Y encenderán tus huesos
Y yo intentaré repararte
Desde las alturas o en el suelo
Cuando estás demasiado enamorado para olvidar
Si nunca lo intentas, nunca sabrás
Lo que vales
Las luces te guiarán camino a casa
Y encenderán tus huesos
Y yo intentaré repararte








viernes, 9 de julio de 2010

Guerra


Me gusta pensar que todos odiamos las guerras, y no digo la violencia porque, ¿a quién no le gusta ver un buen combate cuerpo a cuerpo?.
Como iba diciendo, ya sabéis lo que dicen si no hay odio no hay amor y viceversa.
Es decir si no hay guerra no existe la paz.
Que quiero decir con esto. En el mundo no debería haber ni paz, ni guerra, solo humanos, mujeres y hombres conviviendo con la naturaleza.
¿Acaso los animales hacen guerras entre ellos?
Yo no he visto a mil leones contra otras mil hienas asique deduzco que la respuesta es no.
¿Y por qué nosotros con mayor mente, con razonamiento si creamos guerras?
Por ese simple hecho, capacidad de pensar.
Os voy a decir una lista de las mejores cosas de la vida:
1ºComer
2ºDormir
3º Vulgarmente, cagar.
y en 4º lugar: el sexo.
Algunos lo pondríais mas arriba pero yo todavía soy demasiado joven para saberlo.
A lo que venía, esas 4 mejores cosas de la vida, son lo que hacen los animales, en resumen vivir.
En cambio nosotros seres superiores, nos discriminamos, matamos, agredimos ,violamos, humillamos,dejamos pasar hambre, dolor, miseria...etc.
Y todo esto por el simple hecho de tener un razonamiento superior.
¿Sabíais que las víctimas de los Tiranosaurios podían huir de ellos si corrían en zic-zac?.
Suerte que no lo sabían porque como ejemplo nosotros hubiesen dicho, ¿por qué no inventamos algo que los mate de lejos?.
Y creamos las armas, luego bombas, y seguiremos.
Creo que lo único que nos va a parar es morir, pero para entonces el mundo no será más que una piedra que flota, sin vida.

lunes, 5 de julio de 2010

Capitulo 5: Negrura deseable

Debíamos de estar a más de 30º grados, el calor era sofocante y eso que llevaba una falda vaquera, una camisa básica blanca con un chaleco marrón claro a juego con mis sandalias del mismo color.
Eran las 12 del mediodía justamente, es decir la hora en la que más calor hace, si ya debería estar en clase, donde habría un poco menos de calor, pero no tenía ganas de aguantar el mismo discurso de todos los profesores seis horas seguidas.
Estaba en la gasolinera, después de haber salido del orfanato. Quedaban dos años aproximadamente para que cumpliera los 18, asique me lo iba a tomar con calma.
Después de llenar el depósito de gasolina seguí mi camino hasta la casa de Taylor, todavía seguía sola en casa es decir, podríamos hablar a gusto. No quería que acabáramos así de mal, es mi mejor amiga al fin y al cabo.
Aparque a unos pocos metros y me encamine hacia la puerta. Tras una breve vacilación toque el timbre. Abrió Taylor con los ojos rojos, típicos de una noche entera llorando, la abracé y le pedí perdón.
-De verdad siento lo ocurrido en la discoteca, es que estaba nerviosa-dije nerviosa.
-Pensé que no me ibas a hablar nunca más…-
-Como voy a dejar de hablar a mi mejor amiga-le dije sonriendo.
-Pasa, hace bastante calor-
Entramos y nos sentamos en el sillón de dos plazas nuestro preferido desde pequeñas. Taylor llevaba unos vaqueros, su camisa negra con el signo de los Rolling Stones y unas zapatillas negras.
-Tay… probablemente no quieres hablar del tema y lo entenderé pero…-dudé-¿ de veras eras tú aquella noche?-pregunté intrigada.
Miró al suelo perdida en sus recuerdos varios minutos hasta que al fin alzo la cabeza.
-Sí, era yo, se que seguramente me habías reconocido pero no me atrevía a entrar y sacarte de allí, aunque sabía que se marcharían estaba paralizada de terror y solo me fui corriendo a casa-dijo bajando la voz al decir esto último.
La abracé muy fuerte, por ahora me bastaba con saber eso ya la interrogaría más adelante cuando estuviera menos sensible.
-Tranquila, te perdono por ello, es normal que corrieras después de lo ocurrido es comprensible.-Recordando la discoteca, tengo una bolsa con tu ropa en el coche, en un momento la traigo.
Salí, encaminándome hacia el coche. Pero cuando iba a cerrar la puerta se me calló la bolsa.
Apoyado en mi flameante coche Naranja metálico con toques negros estaba Josh, si el mismo Josh con el que hablé anoche para preguntarle su nombre, vestido todo negro y llevaba una sudadera con el gorro puesto, que al verme se quitó.
Se agacho a recoger mi bolsa y me la entrego.
-Deberías tener más cuidado-dijo burlón.
-Deberías avisar a las personas cuando apareces tan misteriosamente-dije mirándole desconfiada.
-Oh, vamos no me mires así-dijo captando mi mirada.
-Te miro como me venga en gana-¿Por qué estaba tan a la defensiva?.
-Puedes morderme y pegarme, no me opondré, es más, me va ese rollo-dijo partiéndose de risa.
-Muy gracioso, bueno ahora si dejas de hacerme perder tiempo me voy-.
Me estaba dirigiendo ya a casa de Taylor cuando me agarro del brazo, obligándome a virarme.
-¿Qué pasa?-dije menos agresiva que antes.
De improvisto me abrazo fuertemente, y llevando sus labios a mí oreja susurró.
-Se que aunque no lo parezca, todavía te pesa esa noche, pero te ruego que confíes en mi, sabes que esa noche estaba abajo viéndote por la ventana, pero solo fueron unos segundos, luego llame a la policía-.
- … -
-No me crees…-enterró el rostro en mi cuello y suspiro.
Un escalofrío me recorrió el cuerpo al sentir sus labios tan cerca de mi piel.
-Te creo, pero es que…no puedes pedirme que confíe en ti, todavía no-.
Besó mi cuello, una, dos, tres veces, hasta seguir deslizando sus labios por mi mandíbula, llego a mi oreja, y mordió sensualmente mi lóbulo, haciendo estremecer.
Yo no sabía cómo reaccionar, algo decía, déjate llevar pero otra ¡¿a qué coño estas esperando para meterle un empujón!?, si definitivamente hoy estaba algo agresiva.
Al ver que no lo apartaba ni hacia nada se me acerco mas, tomando mi cintura levemente y volvió a besar mi cuello lentamente, al fin me moví y puse mis manos en su cintura, no lo vi pero sentí que sonrió. Ante mi respuesta me apretó contra su pecho, rodeando completamente mi cintura.
Recorrió mi cuello con los labios varias veces, ¿Cómo sabia que me encanta que me besaran el cuello?, retomo la tarea que había dejado a medias en mi mandíbula, pero cuando iba a besarme los labios paró.
Levantó la vista y clavo sus ojos dorados en los míos.
-No deberías confiar en mí, pero puedes-dijo.
Sabía que quería besarle y acerco sus labios a los míos.
-Estas equivocado si piensas que voy a besarte-.
-Lo estas deseando-
-No más que tú-.

jueves, 1 de julio de 2010

Votad a Paramore para que no gané Miley Cyrus.



http://www.mtvla.com/lacopamtv/
Bueno os explico, no es lo tipico que votas y ya si no que son 3 preguntas, y podeis votar todas las veces que queraís.
Si no sabeis las respuestas son estas:

-¿De qué exitosa banda de la década del 90 fueron soportes el año pasado?
No Doubt
-¿Qué integrante de la banda se casó recientemente?
Josh Farro
-¿Cuál fue el primer single de “Brand New Eyes”?
“Ignorance”
-¿Cómo se llama el productor de su último disco?
Rob Cavallo
-¿Qué cover hizo la banda en Live Lounge, un reconocido show de la BBC?
Use Somebody (Kings of Leon)

Capitulo 4: Tu nombre

Mire a Taylor furiosa, furiosa de que me escondiera algo, y de que ahora me mirara apenada.
-Tú también estuviste en esa habitación, crees que no lo sabía , hoy tus gritos a través de la pared-dije.
En sus ojos atisbé sorpresa, se tapo la boca con las manos, y empezó a llorar.
No sé porque pero me marché de allí corriendo, al llegar a la otra manzana tomé un taxi, aunque no sabía bien a donde ir. No voy a decir que no se me paso por la cabeza ir a Rotfull pero al final le pedí al taxista que me diera una vuelta de media hora.
Eran las once aproximadamente y le dije a Elodi que me iba a quedar a dormir en casa de Taylor, asique tendría toda la noche y el día siguiente para mí.
Estaba casi segura de que Taylor conocía a ese chico, algo tendría que haber pasado esa noche, porque yo escuche gritos y golpes a través de la delgada pared.
¿Acaso se conocían desde antes?, ¿Y si se ven a escondidas?.
Eso ya era de paranoica pero podría ser, ¿no?.
Baje del taxi, que volvió a donde me recogió.
Al final armada de… algo, me dirigí a Rotfull.
Si vale acabé en casa de mi abuela Alma pero ya iría en otra ocasión, cuando supiera su nombre quizás.
-Hola Layla cariño- dijo Dorotea mientras me estrujaba.
-Hola, ¿está la abuela Alma?-pregunté mirando por encima de su hombro.
-Esos modales señorita, no se mira por encima del hombre-refunfuño.
-Cl…claro señora-dije , olvidaba lo estricta que era.
-Y si esta dentro en la cocina, donde si no-suspiró.
Me dejó pasar mientras cerraba la puerta, la casa en si era pequeña pero bastante acogedora, con un pequeño dormitorio a la izquierda, un baño, el modesto salón con tonos color crema y la cocina, la parte más viva de la casa.
En ella se encontraba la abuela, con la tele a todo volumen, y la ventana abierta dejando entrar el frío aire nocturno de la noche.
Por el día está llena la habitación de luz, por eso era la más acogedora.
-Hola tesoro-dijo la abuela con su voz dulcemente ronca.
-Hola abu- la abracé.
Desde pequeña tenía la manía de llamar así y no se me había quitado.
-¿Qué tal estas?-
-Muy bien, ya sabes allí se está bien-
-Deberías quedarte aquí sabes que estamos tirando cachibaches y ha quedado libre el trastero-dijo en tono persuasivo.
No me acordaba del viejo trasteros, pero la verdad es que no me importaría en el orfanato tengo mis movimientos muy limitados y ahora necesito muchos.
-La verdad no me importaría, me siento bastante sola allí-
-Pues está hecho, mañana Derek nos va a traer la cama y un escritorio, cómoda ya hay una pequeña, asique te puedes quedar sin problemas-sonrió.
-Gracias abuela-la estruje más fuerte y me fui al salón.
-Dorotea-grito la abuela-¿sabes qué?-
-¡Que paso!-vino corriendo.
-La niña se queda aquí a vivir-
No sonaba como el mejor de los planes pero a la abu nunca le importa si llego tarde mientras no esté sola, es decir perfecto.
Mientras yo veía una película ellas dos trasteaban en la cocina. Se escuchaban sus susurros.
-Se puede saber que haces, mira que poner t-o-n-e-l –suspira Dorotea- está claro que es t-e-l-o-n.
-Que vas a saber tú si siempre estas cosiendo como una vieja loca-refunfuño Alma.
-Loca aquí tú, siempre haciendo mejunjes de la botica-.
Y así toda la peli. Aunque lo de los mejunjes era verdad, se pasa las tardes viendo la Botica.
-Adiós abu y Dorotea-grité sobre el estruendo que tenían en la cocina.
-Adiós- respondieron al unisonó.
Cuando llegue a mi cuarto en Break Time mi maravilloso orfanato, me tumbé en la cama, eran las 12 y me habían castigado sin cenar, si como en las pelis.
Me aburría y no sabía qué hacer, suerte que no tenía hambre, metí la mano en el bolsillo de mi falda (otros de los motivos de mi arresto, ropa extravagante) y saqué un papel, era el que me dio él.
Me levante enseguida y cogí el móvil.
Marqué se número acostada de nuevo en la cama.
Al primer zumbido contesto.
-Hola…-
-¿Cómo te llamas?-inquirí.
Río.
-Josh, llámame Josh-dijo
-Josh…-susurré yo.
-Dulces sueños Layla- y colgó.
Solo se escuchaba el zumbido pero yo había caído dormida. No sin antes haber pensado, ¿estaba esperando mi llamada?, y…¿Cómo sabia mi nombre?

Bueno lo unico interesante es que me sentía atraída por él.

miércoles, 30 de junio de 2010

Capitulo 3: El colgante.

-Despierta Julieta- dice Taylor.
Parpadeo, y me toco la cabeza, estoy mareada y parece que acabo de llegar de otro mundo mirando a un chico a los ojos, parece de película.
-Estoy despierta Romeo-replico malhumorada.
-Pues parece que llevaras 30 años durmiendo-ríe.
Mas despejada, sonrío y sorbo un trago de mi copa.
-Vete por ahí a bailar anda-digo mientras empujo a Taylor a la pista.
Pero ella también me empujo a mí y acabé bailando con Fred, un amigo de por aquí. Se movía bastante bien la verdad, llevaba unos jeans , una camisa negra con letras que no consigo distinguir, y unos flameantes zapatos negros.
Tenía que escabullirme para poder acercarme a ese chico o dudo que lo vuelva a ver.
Empecé a mirar a mi alrededor, nunca me había fijado mucho en el interior para haber venido varias veces.
La pista estaba llena de gente, el suelo parecía de cristal, con cuadros verdes y otros azules, las paredes no se diferenciaban con el color de las luces.
Volví a mirar y vi el baño, la excusa perfecta.
-Perdona Fred pero…este tengo que ir al baño, disculpa-.
-Oh, claro, claro-dijo parándonos.
Sonreí como pude y me dirigí a donde estaba él, el chico de los ojos dorados.
-Disculpa…-dije tocándole el hombro.
Cuando se viro a encararme no era él sino un tipo que no conocía de nada, ni siquiera me había fijado quien era.
-Perdón-dije roja.
-Ggmm-
Esa fue su respuesta, un sonido malhumorado.
Lo busqué en la pista pero no estaba, ni sentado en la barra, o estaba en el baño o se había marchado. No podía ser, fui al baño y me arregle el pelo en el espejo, respire hondo. De veras estaba tan nerviosa por un chico al que no conocía, si es que de vista no vale. Pero lo que había sentido al mirarle…
Salí del baño sin muchas esperanzas de encontrarle, pero allí estaba, quién lo diría, esperándome a mí, a la entrada de los baños.
Llevaba unos pantalones vaqueros oscuros, una camisa de un blanco muy pulcro, y unos zapatos de un color que no conseguí descifrar con las luces.
No se había dado cuenta de mi presencia y estaba tan nerviosa que no sabía qué hacer, de repente me miró directamente como si se hubiera cansado de esperarme. Abrí la boca pero seguidamente la cerré, sonrío de un modo muy provocador me arriesgo a decir, tenia unos dientes perfectamente alineados y blancos, que resaltaban en su piel no muy morena..
-¿Vamos?-preguntó.
-¿A…donde?- conseguí decir.
-No tengo ni idea- y me arrastró fuera.
No opuse resistencia alguna, y salimos sin que nadie se percatara de nosotros.
El aire era frío y un corpiño no abriga mucho, seguíamos agarrados de manos, pero el parecía muy serio de repente.
-¿Qué pasa?-
Suspiro.
-¿Qué pasa?-dijo mirándome- pasa que acabas de salir corriendo de una discoteca con un tío que no conoces de nada, solo porque te parezco mono-dijo serio, haciendo una mueca dolorosa al decir mono.
Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, Brad, los tipos que me violaron.
Por eso me sonaba tanto, era él.
Lo mire incrédula, pero el solo metió un papel en la mano que me sujetaba y se marchó.
Avenida Rotfull
Nº 23
64519834

Supuse que sería su calle con el número, y su teléfono.
El recuerdo volvió a mi cabeza, pero estaba vez vi un detalle que se me había escapado, ellos seguían hablando encima de mí, pero esta vez al mirar la ventana lo vi a él, tenía un teléfono en la mano, y sus ojos dorados miraron directamente los míos.
Cuando volví a la realidad, eche a correr en su dirección, que para llevar unos tacones era todo un reto teniendo en cuenta mi pésima estabilidad con ellos.
Antes de llegar a la esquina, giré por el callejón, iba a volver sobre mis pasos rendida, cuando vi que detrás habían unos tipos borrachos que me miran y decían guarrerías, seguí recto hasta que salí del callejón. Miré calle abajo pero no le vi.
Miré en nombre de la calle, Rotway, conocía bien esta calle aquí vivía mi abuela Alma y su hermana, Dorotea.
Su calle debería estar abajo ya que solo habían dos calles en este barrio que empezaran por Rot.
El aire allí corría con más fuerza y había poca gente, tome la calle arriba y giré en la esquina hasta volver a la entrada de la discoteca.
Pero no había nadie, solo un panfleto pisoteado, hasta que vi algo que llamo mi atención, la pieza de un colgante, pero no uno cualquiera si no de uno antiguo, de estos donde se guardan fotos, era redondo parecía la parte de atrás de un espejo, cuando lo abrí sentí que mi mente desconectaba.
Era una foto de mis padres, mis difuntos padres muertos a mis trece años, razón por la cual empecé a beber y de vez en cuando a drogarme.
Debía de habérsele caído a…, joder ni siquiera sabía su nombre.
Aún de pie con el pelo revoloteando a causa del viento me encontró Taylor, mas con cara de tristeza que de enfado, cosa que me asusto más que la mayor de sus iras.
Escondía algo, algo referente a mi pasado, y lo iba a descubrir.

lunes, 28 de junio de 2010

Capitulo 2: Blue And Gold

Me despertó el sonido de la tele abajo, y el de las niñas corriendo por el pasillo. Me desperecé lentamente y me senté en la cama ,el sol me hirió en los ojos y tuve que apartar la vista de la ventana.
Mi móvil encima de la mesa de noche empezó a vibrar. En la pantalla se leía ,"Taylor", antes de contestar mire el reloj, eran las 12.
-¿Si?-.
-¡Laylaa!-grito Taylor- hoy es nuestro día te espero a las 2 en la entrada de la tienda de discos, no llegues tarde que te conozco- y colgó.
Maldita Taylor siempre me hacía lo mismo ahora tendría que ir tanto como si quería como si no.
Fui abajo y almorcé la maravillosa sopa, si, es un sarcasmo, era como comer agua caliente con condimentos.
Ya en la ducha sonreí al sentir el agua fría recorrerme la piel, hacía un calor sofocante y el orfanato andaba escaso de ventiladores y algunas como yo nos teníamos que quedar sin ninguno.
Salí de la ducha y el aire caliente se me pego a la piel, era odioso.
Me vestí con un bonito traje blanco corto y mis sandalias rojas, a juego con mi collar. Me peine meticulosamente y me arregle el rebelde fleco.
Mire la hora, ¡ya eran las 2 y 10!, mierda Taylor me iba a matar. Bajé las escaleras corriendo mientras gritaba una despedida rápida.
Para cuando llegue eran las 2 y 25, joder, la cara de Taylor daba más miedo que la del portero de la discoteca a la que solíamos ir( según Taylor a buscarme novio, pero sinceramente, pienso que es a ligar con el chico de la barra, le está poniendo ojitos continuamente).
-Taylor siento la tardanza es que me entretuve en la ducha- sonreí.
-¡Te perdono porque me has sonreído si no te mataba!-dijo cabreada.
Sonreí a un mas.
-Gracias-.
-Te cuento, el plan de hoy es, ir a mi casa a prestarte ropa chula, no la de monjas (mientras decía eso mi mirada fue asesina), pintarte esos ojazos y salir de marcha- .
-Me gusta el plan, menos lo de ropa de monja, lo que pasa es que soy una chica buena- Taylor es la única persona que sabe que en realidad no soy así de tímida lo que no sabe es porque miento.
De camino a su casa me conto que su hermano Steven había salido de camping 5 días con sus amigos, asique teníamos la casa para las dos, ya que sus padres estaban todavía de viaje de negocios.
Fuimos al Rock café, donde solíamos pasar las tardes bebiendo café y mirándole el culo al camarero, buen puesto cabe comentar.
-Voy al baño un momento- dije.
El baño estaba al fondo y era pequeño, pero acogedor.
Me lavé las manos y mi mire en el espejo, para ser mi maravillosa cara( otro sarcasmo) estaba bien, lo único que me gustaba de ella eran mis labios carnosos pero lo demás era aceptable como mucho, a lo mejor era muy exigente. Suspire y salí, antes de llegar a la mesa me choque con alguien.
-Disculpa-dijo con voz entrecortada-
-Oh, no pasa nada- dije sorprendida.
El chico en si no estaba mal, tenía el pelo largo con un gran fleco era de un color negro carbón que hacia destacar sus ojos color miel, sus abrazos musculosos me estaban agarrando para ayudarme a no caer.
Cuando desperté de mi perplejidad salí del circulo de sus brazos, torso y su maravillosa cara.Seguía mirando hacia atrás mientras avanzaba y hay seguía él mirandome. Me vire un segundo hacia Taylor que miraba el culo del camarero con especial interés, solté una risita. Volví a mirar atrás y el estaba en la puerta, ya parecía un borrón entre la gente.
Me acerqué a la ensimismada Taylor.
-Son las 7, ¿ a qué hora piensas ir a la discoteca?-pregunté.
-¿¡Las 7 se avisa antes quieres!?-
Subimos al primer taxi que pasaba y nos dirigimos a casa de Taylor.
Me vistió más que presto con una falda blanca corta, su corpiño azul eléctrico y sus tacones azul electro a juego. Pinto mis ojos con unas sombras negras dándoles un toque amarillo. Y puso una traba en un lado de mi pelo dejando mi cuello a la vista.
La verdad es que estaba bastante bien tenía que reconocer. Taylor en cambio llevaba su ceñido traje rojo con sus tacones negros, sus ojos con una mezcla de rojo y negro y su pelo ondulado suelto en olas alrededor de su cara. Iba preciosa, ya que su pelo negro también, destacaba el azul de sus ojos junto a la sombra de ojos.
Sonrió con su sonrisa traviesa y salimos hacia la fiesta. Llegamos a las 9:30, buena hora según Taylor, es cuando venían los guapos.
Taylor salió a bailar con uno de ellos yo en cambio me quede con mi bebida declinando la petición de algunos chicos.
Cuando me iba a dar por vencida con el siguiente que viniera lo vi a él, estaba en la otra esquina, recorriendo con los labios el borde la copa, pareció sentir mi mirada porque pego sus ojos dorados a los míos y me sentí estremecer, como su una carga eléctrica recorriera mis sentidos nerviosos uno a uno haciendolos despertar, de un sueño que duraba varios años.

Capítulo 1:Metal-Disculpa mi no inocencia.


Llevaba una semana yendo a trabajar a esa maloliente gasolinera, pero si quería mi tan preciado pircing tendría que ir.
El horario era de 13:00 a 17:00.Era domingo asique cuando terminara el turno Walter mi jefe me daría el salario de 50 euros.
El pircing costaba 30, con lo que me sobraba 10 míseros euros tendría para comer en el instituto, no pensaba trabajar más en esa gasolinera.
De camino a casa empezó a llover, al principio era una llovizna pero luego paso a un diluvio.
No me importó mucho la verdad, mi pelo rubio cobrizo de por si no tendía a encresparse con casi nada, y mi anorak era impermeable.
Al pesar cerca de un charco vi mi reflejo, dios era horrible, mis ojeras apuntaban a noches enteras sin dormir, mis ojos grises mostraban esa pena que nunca parecía desaparecer a pesar de los años.
De repente un coche paso y me empapó, exasperada crucé la calle a todo correr, al otro lado había un hombre que iba a paso acelerado, antes de que desapareciera en la próxima esquina le pregunte la hora.
Eran las cinco y cuarto, la hermana Elodi se iba a preocupar.
Sí, mi orfanato estaba al cuidado de unas monjas bastante caladas a la antigua la verdad, pero no me importaba. Para tener 16 años y unas largas vacaciones de invierno por delante no me importaba no salir mucho, ni tener novio. Ya no era la misma Layla. Antes de encaminarme por mi habitual atajo entré en la tienda de tatuajes y pircings. El dependiente estaba secando el suelo mojado por las múltiples gotas de agua.
Carraspeé.
Me miró un segundo y sin pronunciar palabra señaló un cartel pegado en la puerta .
Me disculpé con una sonrisilla tímida y salí apenada, tendría que esperar a mañana o pasado para tener mi preciado trozo de metal.
Cuando llegue la hermana Elodi estaba esperándome como predije. Le dije que no pasaba nada que se me había ido el tiempo.
Bufó mientras me miraba como una madre miraría a su hija descubriendo las marcas en su cuerpo de su novio. Pero ese no era mi caso pero Elodi era muy santita para saber que hacen ahora las parejas.
Cerré los ojos un segundo y ordene mis ideas. Mañana era Lunes asique tendría mates, sociales, tutoría e inglés.
Subí los peldaños de dos en dos y rebusqué los libros en mi habitación. No tenía ni deberes ni exámenes, solo quedaban 5 días de clase.
Encendí mi portátil y miré el correo, solo había publicidad y más publicidad.
Me conecté al Messenger, al fin algo que de verdad me interesaba al ver a Taylor conectada. La verdad es que nuestro comienzo no fue nada espectacular, yo me tropecé con el cordón de mis zapatos, manchando de barro mi deslumbrante traje blanco de cuento de hadas.
Taylor tan amable como siempre desde que la conozco me ayudo a levantarme y a limpiar mi destrozado traje.
Aun recuerdo su sonrisa y su melódica voz al decirme, ¿estás bien? Y mi sonrojo al decir que sí.
Estuvimos hablando hasta tarde de las cosas que hicimos el fin de semana, me conto que había ido con su rollo Steven de picnic y que una cosa a la otra lo habían terminado haciendo allí.
Me despedí de súbito y apague el ordenador. Mis manos estaban sudorosas y temblaban, me levante a beber un vaso de agua y las piernas me fallaron teniendo que agarrarme a la cama. Me recosté y intente controlar los latidos de mi corazón, últimamente el recuerdo surgía con mayor avidez. Y cada vez recordaba cosas que antes ignoraba. Recuerdo ver sus cabezas sobre mí mientras hablaban entre susurros y uno de ellos me miraba, luego solo sangre.
Últimamente todos los de mí alrededor se abandonaban a sus hormonas y el deseo de placer. Mientras yo, sonreía y me hacia la tímida, cuando mi interior burbujeaba de impotencia y rabia.
La verdad es que me habían interesado chicos pero nunca me había llegado a enamorar y menos me había atrevido a salir con alguien de nuevo.
Cuando la peor parte hubo pasado me levanté, recogí la habitación y me fui a cenar a las 10 como era costumbre allí.
La comida no era nada fuera de lo común, leche con cereales. Las demás chicas no se acercaban mucho a mí y por lo general estaba yo sola en la mesa.
Una vez hube terminado me duche, cepille los dientes, peine mi pelo y me acosté a dormir. Me era imposible dormir hacia 4 o 5 noches pero no sé cómo esta caí rendida en la cama.
En mis odios sonaba My heart - Paramore.

domingo, 27 de junio de 2010

Disculpa mi no inocencia-Prólogo



Layla es la típica chica extrovertida, a la que le encantan las fiestas, beber y como no las drogas. Pero todo cambia cuando en una fiesta en casa de Brad su novio se levanta con resaca, en una habitación desconocida desnuda, y se da cuenta de que quien está a su lado no es Brad, si no un tío que no había visto en toda su vida.
Al mirar a su alrededor se da cuenta de que aparte de él hay dos tipos más, asustada entra el baño y se da cuenta de que esos tres hijos de putas la habían violado.
Pero lo peor fue que cuando salió dispuesta a no volver a pisar esa casa piso algo que dejaba huellas rojas a su paso.
Cuando se volteo a mirar vio a Brad en el suelo con un golpe en la cabeza rodeado por una costra de sangre seca.
Empezó a temblar incontrolablemente, aun confusa bajo los efectos del alcohol y quizá de drogas, echo a correr de allí.
Ya han pasado dos años y nadie nunca ha sabido que ella estuvo allí esa noche. La policía encontró el cuerpo de Brad y a los tipos allí todavía, estos para su suerte fueron encarcelados por la muerte de Brad.
Brad fue enterrado a los tres días, no acudió al entierro de que serviría.
Él siempre fue bueno con ella, y aunque no sentía lo mismo que el por ella mantuvo su relación tres meses.
Suspiró y dejo de pensar en el pasado, termino de tirar los restos de su sucio diario a la chimenea y subió a su cuarto, y pensar que tan solo tenía 14 años…

viernes, 25 de junio de 2010

No digas que esa no es la razon por la que ya no ves el sol.





Tu hicistes una cama al fondo del agujero mas oscuro y te convenciste de que es la razon por la que no ves mas el sol.

Y no ..¿y como pudiste hacerlo?, yo nunca la vi venir, puedes tomar tu tiempo y tomar mi tiempo...

martes, 15 de junio de 2010

Brick

Los días se estan haciendo pesados, y las cosas ya no son lo que eran.
Tengo ganas de volver a la cama ponerme los cascos a todo volumen y cerrar los ojos. Así podre soñar un rato el mundo perfecto.
Pero cada vez que pienso en eso me viene a la mente una canción, y me alegro , hay mucho que vivir todavía, ¿no?.


El traje se mancho de barro, en la tarta escondieron gusanos, los zapatos producen ampollas, el novio tiene otra novia. Si, definitivamente construiste un mundo de magia porque tu vida real es trágica

martes, 8 de junio de 2010

Dos Gotas

Bruno

Pom, Pom, Pom...
La puerta no dejaba de sonar,al final me decidí y la fui a abrir.
Delante de mi se encontraba el hombre más asqueroso, patético y odioso del mundo, Tom Clancy, mi padre.
Venía borracho como de costumbre cuando viene a estas horas.
Son las 4 de la mañana y encima mañana tengo clases.
No parecía con muchas ganas de violencia asi que le ayudé a entras y lo recosté en el sofá.
Estaba horrible, se veía pálido y sudoroso ademas tenía la camisa desabotonada y manchada, seguramente de alcohol.
En momentos como este añoraba a mi madre, con ella todo marchaba bien, papá no bebía, no teníamos problemas con la casa...debería dejar de lamentarme de mi mismo no voy a conseguir nada.
Me acosté, mañana hay examen de mates, bueno mas bien hoy.

Las siete y media, me he quedado dormido y para colmo me habia tenido que quedar despierto hasta las 5:30 porque el maravilloso Tom tenía mañana que ir a trabajar y no podía levantarse.
Apagé el despertador y me limpie las legañas. Me dirigí al baño y encendí la luz, tenía unas ojeras impresionantes.
Mis ojos grises mostraban expresión apenada, en cambio mi pelo era una maraña. Después de un largo cepillado se me quedo bien, tengo el pelo como Oliver Sykes aunque dudó que mucha gente lo conozca.
Me lavé la cara varias veces y salí del baño.
Mi cuarto era un caos, asi que cogí lo primero que vi.
Unos vaqueros rotos, una de las varias camisas de Drop Dead y mis conver negras.
Ya eran las menos cuarto, cogí mis libros y salí corriendo.
En la calle el aire era fresco, por suerte habia cogido una sudadera.
Me puse la capucha y subí el volumen de mi ipod, solo escuchaba bring me the horizon a todo volumen.
Derepente empezó a llover, y la gente y el entorno de mi alrededor parecía un borrón difuminado, en el que yo sobresalía.
Sacudía la cabeza y mire el móvil son las ocho joder..
Llegé a clase tardé, muy tardé y empapado. Para colmo a primera había lengua, como no Ramiro me castigo con una redacción de 15 línas en la que debía exponer mis disculpas y causa de retraso. Suspiré exasperado.

Me senté en mi pupitre y empezó la clase, como siempre nadie dijo nada.
Al acabar la clase Dixon se me acerco, es el típico tio que se cree guay.
-Eyy tío, ¿como lo llevas?-preguntó.
Le miré enarcando una ceja.
-Bien-respondí secamente.
Antes de que pudiera replicar me marché a mi próxima clase. A que coño se me acercó el tio ese.
Por el camino me encontré a Zac.
-Hey-dije sonriendo burlón-alguien se ha pasado un poco-.
-Que pasa colegaaa- dijo arrastrando la a.-como me conoces hermano- rió.
Zac es un colega un poco pirado la verdad, la broma iba sobre que fuma muchos porros en el baño. Aunque en el fondo es buena gente.
-Bueno, me voy a clases, no quiero que me manden mas castigos-dije.
-Tss, que no te cambien colega, que no te cambien-dijo con su tono rastafari.
-Descuida-le di unos golpes en la espalda y me fui.
Llegé a la clase y vi a gente conocida: Tomhas, Mark, Laura, Lisa...
Salude y me acerqué a hablar con Sergio mi mejor amigo.
-Weep-dijo haciendo nuestro saludo-.
-Tío, el Ramiro me mandó una redacción por llegar tarde, macho-.
-Tss, estas decayendo-rió-pues para que te jodas yo saqué un 6 en mates-me miró- ¿que?, por una vez que estudió.
Dijo ante mi cara de asombro.
-Yo la llevo clara, como no apruebe el que tengo de mates a última me cargo la asignatura-dije dejando la maleta en el piso.
-No te estresés tio, tu siempre la apruebas todas, aunque estos años hayas pasado una mala racha, no te rindas ahora- .
-Gracias...señor bolo eres increible-empezé a reir.
-Mira Bruno no me jodas so fue trampa....-empezó.
En eso comenzamos una batalla en la que yo mas bien reía mas que hablaba sobre una partida de bolos de la que salí victorioso.

A última termine el exámen pronto y me marché a dar una vuelta, no tenia ganas de ir a casa a aguantar a Tom.
No tenía hambre asique me ahorré un problema.
Me volví a poner el ipod, pero me quité la sudadera ya empezaba a hacer calor.

Me senté en el banco cerca del parque y abrí mi lata de coca-cola.
Hoy no había pasado nada interesante en clase, hizé bien el examen. tengo una redacción pendiente para mañana, fin nada interesante...bueno algo si, que viene una chica nueva, espero que sea algo diferente estoy cansado de la rutina.
Cerré los ojos y bebí un trago de mi coca-cola mientras escuchaba Chelsea Smile de Bring me the horizon.

I've got a secret
it's on the tip of my tongue
it's on the back of my lungs
And I'm gonna keep it
I know something you don't know



E*

sábado, 5 de junio de 2010

"En el lado Brillante"


Conocí a un hombre de dos metros de altura
Este hombre era muy ambicioso
En un mundo que es tan cruel con nosotros , todo lo que dije fue:
Hola como me respondió
Él dijo: Escucha estas palabras que yo he vivido toda mi vida

Eres tan alto como tú corazón , os dejará ser
Y uno es tan pequeño como el mundo te hará parecer
Cuando las cosas se complican y te sientes como mi caída
Basta con mirar '' En el Lado Brillante'' está más o menos
de seis pies de altura

Conocí a un hombre de 12 pies de altura
Él sobresalía como un gigante
En un mundo que fue desafiante de su altura
Hola , como he dicho , respondió
Él dijo: Escucha estás palabras que he temido toda mi vida

Eres tan alto como su corazón os dejará ser Y uno es tan pequeño como el mundo te hará parecer
Cuando las cosas se ponen difíciles , y usted siente que puede caer
Basta con mirar ''En el Lado Brillante''
Estás cerca de seis pies de altura

Yo soy un hombre de seis pies de altura
Sólo busca algunas respuestas
en un mundo que responde a ninguno de ellos a todos les
Voy a decir: hola , pero no respuesta
Para las cartas que usted escribe
Porque me encontré con un poco de paz de la mente

Porque yo sólo tan alto como mi corazón me deja ser
Y yo sólo soy tan pequeño como el mundo se me parecen
Cuando las cosas se ponen
difíciles y yo siento que puedo caer
Voy a mirar en el lado brillante
Estoy cerca de seis pies de altura.


viernes, 4 de junio de 2010

I'm feeling like a star, you can't stop my shine.(8)

El Calor esta nublando mis sentidos y mi cabeza esta rebosante de ideas mas bien locuras.
Tengo ganas de follarme al mundo con todos vosotros dentro, de volar y de comer helados bakoka de fresa.
Si de manejar mi vida como y cuando quiera. De mandar a todos a la mierda, de sentir el aire en mi cara.
De gritar hasta rabiar y correr hasta morir.
De encontrarte y amarté porque pareces escondido, sal de una vez te estoy esperando aquí con mi bebida que se esta empezando a calentar.
No me canses porque daré media vuelta y no volveré y creeme no me vas a olvidar fácilmente.
Me manejare sola, brillaré como el sol y no podrás impedirlo, si sacaré al mundo de la mierda donde esta metido.
Ridin' Solo


Me siento como una estrella
No puedes impedir que resplandezca
Soy el amante de la novena nube
Mi cabeza esta por los aires
Estoy solo, cabalgando solo
Estoy cabalgando solo, solo.

Si esta noche me siento bien
Por fin estoy realizado
Y se siente tan bien, oh
Tengo tiempo para hacer lo que me gusta
Yendo al club todo esta tan bien, oh

Nadie me contesta
Nadie esta discutiendo conmigo
Y desde que llegué
Soy dueño de mi mismo
Estoy viviendo mi vida
Ahora que estoy libre, sí
Adictivoz.com
Dijiste que me fuera al diablo
Ahora estoy ahí, sí
Ahora tengo que pasar el tiempo
Vendrá días mucho mejores

Lamento mucho
Que lo nuestro no funcionara
Me estoy marchando
Lo siento mucho
Pero esto ha terminado
El dolor ya pasó

Me interno en mis sombras
Para taparme los ojos
Saltando en mi cabalgata
Yendo fuera esta noche
Cabalgando solo
Cabalgando,… solo

Me siento como una estrella
No puedes impedir que brille
Soy el amante de la novena nube
Mi mente esta en el cielo
Estoy solo, cabalgando solo
Estoy cabalgando solo, solo.

Ahora me siento como debería

Nunca supe que
Solo podría sentirme tan bien, oh
Dejando de jugar a los malos entendidos
Deje ese juego atrás
Sabia que era lo que yo quería, oh
Adictivoz.com
De ese modo cada vez que vuelo
Abro mis alas
Me amo a mi mismo
Me dan ganas de cantar
Oh, oh, sí
Sí, sí, sí

Dijiste que me fuera al diablo
Ahora estoy ahí, sí
Ahora tengo que pasar el tiempo
Vendrá días mucho mejores

Lamento mucho
Que lo nuestro no funcionara
Me estoy marchando
Lo siento mucho
Pero esto ha terminado
El dolor ya pasó

Me interno en mis sombras
Para taparme los ojos
Saltando en mi cabalgata
Yendo fuera esta noche
Cabalgando solo
Cabalgando,… solo

Me siento como una estrella
No puedes impedir que brille
Soy el amante de la novena nube
Mi mente esta en el cielo
Estoy solo, cabalgando solo
Estoy cabalgando solo, solo.

Cabalgando solo
Cabalgando solo
Solo, solo, solo

Me gusta estar S-O-L-O
Estoy viviendo mi vida
Sin nada de estrés

Me interno en mis sombras
Para taparme los ojos
Saltando en mi cabalgata
Yendo fuera esta noche
Cabalgando solo
Cabalgando,… solo

Me siento como una estrella
No puedes impedir que brille
Soy el amante de la novena nube
Mi mente esta en el cielo
Estoy solo, cabalgando solo
Estoy cabalgando solo, solo


E*

Quememos la bandera que nos tiene prisionera de su expresión que nos encierra en carceles de metal.

Obsesión

No hacé mas que pensar en él, su sonrisa torcida muestra su mente macabra.
Una mente llena de pensamientos hacia él, de lujurias y pasiones nunca contadas.
Cansada de esperar de soñar de desear un mundo, que nunca volverá, que va a tener que olvidar.
Porque se consume a cada segundo como una mecha que llegá a su final, para quemarte y recorte ese mundo cruel.
Que como fichas en un tablero nos tiene a su merced.
Sacaló de tu mente dejaló estar ya.
Tu habitación es lo unico que vez mientras maldices a esas cuatro paredes que pareces odiar.
Apestas a rabia, impotensia y dolor.
Porque odias que te tenga a tu merced que seas suya con una mirada.
Siempre llorando en un rincón, asustada de la soledad, que te oprime y te transforma.
Eres como un papel que con el tiempo va envejeciendo.




Hasta ser desechado a un rincón, un rincón que temes.
Apestas a humo y no te importa tu sombra es el temor del montón.
Tu mirada es turbia, y tu cuchillo afilado, un cuchillo de verdades contrariadas.
Que se mezclan y confunden en un mar de dolor donde te ahogas sin remedio.
Asficiada por la multitud, que no entiende.
Lo que es sentir lo que tú sientes, al ver las sonrisas de tanta gente.
Suspiras y piensas que tu corazón debería dejar de latir, pero con tu último aliento juraste amarlo y ahora tus palabras te recaen resonando como el eco de mil voces.

E*