-Despierta Julieta- dice Taylor.
Parpadeo, y me toco la cabeza, estoy mareada y parece que acabo de llegar de otro mundo mirando a un chico a los ojos, parece de película.
-Estoy despierta Romeo-replico malhumorada.
-Pues parece que llevaras 30 años durmiendo-ríe.
Mas despejada, sonrío y sorbo un trago de mi copa.
-Vete por ahí a bailar anda-digo mientras empujo a Taylor a la pista.
Pero ella también me empujo a mí y acabé bailando con Fred, un amigo de por aquí. Se movía bastante bien la verdad, llevaba unos jeans , una camisa negra con letras que no consigo distinguir, y unos flameantes zapatos negros.
Tenía que escabullirme para poder acercarme a ese chico o dudo que lo vuelva a ver.
Empecé a mirar a mi alrededor, nunca me había fijado mucho en el interior para haber venido varias veces.
La pista estaba llena de gente, el suelo parecía de cristal, con cuadros verdes y otros azules, las paredes no se diferenciaban con el color de las luces.
Volví a mirar y vi el baño, la excusa perfecta.
-Perdona Fred pero…este tengo que ir al baño, disculpa-.
-Oh, claro, claro-dijo parándonos.
Sonreí como pude y me dirigí a donde estaba él, el chico de los ojos dorados.
-Disculpa…-dije tocándole el hombro.
Cuando se viro a encararme no era él sino un tipo que no conocía de nada, ni siquiera me había fijado quien era.
-Perdón-dije roja.
-Ggmm-
Esa fue su respuesta, un sonido malhumorado.
Lo busqué en la pista pero no estaba, ni sentado en la barra, o estaba en el baño o se había marchado. No podía ser, fui al baño y me arregle el pelo en el espejo, respire hondo. De veras estaba tan nerviosa por un chico al que no conocía, si es que de vista no vale. Pero lo que había sentido al mirarle…
Salí del baño sin muchas esperanzas de encontrarle, pero allí estaba, quién lo diría, esperándome a mí, a la entrada de los baños.
Llevaba unos pantalones vaqueros oscuros, una camisa de un blanco muy pulcro, y unos zapatos de un color que no conseguí descifrar con las luces.
No se había dado cuenta de mi presencia y estaba tan nerviosa que no sabía qué hacer, de repente me miró directamente como si se hubiera cansado de esperarme. Abrí la boca pero seguidamente la cerré, sonrío de un modo muy provocador me arriesgo a decir, tenia unos dientes perfectamente alineados y blancos, que resaltaban en su piel no muy morena..
-¿Vamos?-preguntó.
-¿A…donde?- conseguí decir.
-No tengo ni idea- y me arrastró fuera.
No opuse resistencia alguna, y salimos sin que nadie se percatara de nosotros.
El aire era frío y un corpiño no abriga mucho, seguíamos agarrados de manos, pero el parecía muy serio de repente.
-¿Qué pasa?-
Suspiro.
-¿Qué pasa?-dijo mirándome- pasa que acabas de salir corriendo de una discoteca con un tío que no conoces de nada, solo porque te parezco mono-dijo serio, haciendo una mueca dolorosa al decir mono.
Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, Brad, los tipos que me violaron.
Por eso me sonaba tanto, era él.
Lo mire incrédula, pero el solo metió un papel en la mano que me sujetaba y se marchó.
Avenida Rotfull
Nº 23
64519834
Supuse que sería su calle con el número, y su teléfono.
El recuerdo volvió a mi cabeza, pero estaba vez vi un detalle que se me había escapado, ellos seguían hablando encima de mí, pero esta vez al mirar la ventana lo vi a él, tenía un teléfono en la mano, y sus ojos dorados miraron directamente los míos.
Cuando volví a la realidad, eche a correr en su dirección, que para llevar unos tacones era todo un reto teniendo en cuenta mi pésima estabilidad con ellos.
Antes de llegar a la esquina, giré por el callejón, iba a volver sobre mis pasos rendida, cuando vi que detrás habían unos tipos borrachos que me miran y decían guarrerías, seguí recto hasta que salí del callejón. Miré calle abajo pero no le vi.
Miré en nombre de la calle, Rotway, conocía bien esta calle aquí vivía mi abuela Alma y su hermana, Dorotea.
Su calle debería estar abajo ya que solo habían dos calles en este barrio que empezaran por Rot.
El aire allí corría con más fuerza y había poca gente, tome la calle arriba y giré en la esquina hasta volver a la entrada de la discoteca.
Pero no había nadie, solo un panfleto pisoteado, hasta que vi algo que llamo mi atención, la pieza de un colgante, pero no uno cualquiera si no de uno antiguo, de estos donde se guardan fotos, era redondo parecía la parte de atrás de un espejo, cuando lo abrí sentí que mi mente desconectaba.
Era una foto de mis padres, mis difuntos padres muertos a mis trece años, razón por la cual empecé a beber y de vez en cuando a drogarme.
Debía de habérsele caído a…, joder ni siquiera sabía su nombre.
Aún de pie con el pelo revoloteando a causa del viento me encontró Taylor, mas con cara de tristeza que de enfado, cosa que me asusto más que la mayor de sus iras.
Escondía algo, algo referente a mi pasado, y lo iba a descubrir.
miércoles, 30 de junio de 2010
lunes, 28 de junio de 2010
Capitulo 2: Blue And Gold
Me despertó el sonido de la tele abajo, y el de las niñas corriendo por el pasillo. Me desperecé lentamente y me senté en la cama ,el sol me hirió en los ojos y tuve que apartar la vista de la ventana.
Mi móvil encima de la mesa de noche empezó a vibrar. En la pantalla se leía,"Taylor", antes de contestar mire el reloj, eran las 12.
-¿Si?-.
-¡Laylaa!-grito Taylor- hoy es nuestro día te espero a las 2 en la entrada de la tienda de discos, no llegues tarde que te conozco- y colgó.
Maldita Taylor siempre me hacía lo mismo ahora tendría que ir tanto como si quería como si no.
Fui abajo y almorcé la maravillosa sopa, si, es un sarcasmo, era como comer agua caliente con condimentos.
Ya en la ducha sonreí al sentir el agua fría recorrerme la piel, hacía un calor sofocante y el orfanato andaba escaso de ventiladores y algunas como yo nos teníamos que quedar sin ninguno.
Salí de la ducha y el aire caliente se me pego a la piel, era odioso.
Me vestí con un bonito traje blanco corto y mis sandalias rojas, a juego con mi collar. Me peine meticulosamente y me arregle el rebelde fleco.
Mire la hora, ¡ya eran las 2 y 10!, mierda Taylor me iba a matar. Bajé las escaleras corriendo mientras gritaba una despedida rápida.
Para cuando llegue eran las 2 y 25, joder, la cara de Taylor daba más miedo que la del portero de la discoteca a la que solíamos ir( según Taylor a buscarme novio, pero sinceramente, pienso que es a ligar con el chico de la barra, le está poniendo ojitos continuamente).
-Taylor siento la tardanza es que me entretuve en la ducha- sonreí.
-¡Te perdono porque me has sonreído si no te mataba!-dijo cabreada.
Sonreí a un mas.
-Gracias-.
-Te cuento, el plan de hoy es, ir a mi casa a prestarte ropa chula, no la de monjas (mientras decía eso mi mirada fue asesina), pintarte esos ojazos y salir de marcha- .
-Me gusta el plan, menos lo de ropa de monja, lo que pasa es que soy una chica buena- Taylor es la única persona que sabe que en realidad no soy así de tímida lo que no sabe es porque miento.
De camino a su casa me conto que su hermano Steven había salido de camping 5 días con sus amigos, asique teníamos la casa para las dos, ya que sus padres estaban todavía de viaje de negocios.
Fuimos al Rock café, donde solíamos pasar las tardes bebiendo café y mirándole el culo al camarero, buen puesto cabe comentar.
-Voy al baño un momento- dije.
El baño estaba al fondo y era pequeño, pero acogedor.
Me lavé las manos y mi mire en el espejo, para ser mi maravillosa cara( otro sarcasmo) estaba bien, lo único que me gustaba de ella eran mis labios carnosos pero lo demás era aceptable como mucho, a lo mejor era muy exigente. Suspire y salí, antes de llegar a la mesa me choque con alguien.
-Disculpa-dijo con voz entrecortada-
-Oh, no pasa nada- dije sorprendida.
El chico en si no estaba mal, tenía el pelo largo con un gran fleco era de un color negro carbón que hacia destacar sus ojos color miel, sus abrazos musculosos me estaban agarrando para ayudarme a no caer.
Cuando desperté de mi perplejidad salí del circulo de sus brazos, torso y su maravillosa cara.Seguía mirando hacia atrás mientras avanzaba y hay seguía él mirandome. Me vire un segundo hacia Taylor que miraba el culo del camarero con especial interés, solté una risita. Volví a mirar atrás y el estaba en la puerta, ya parecía un borrón entre la gente.
Me acerqué a la ensimismada Taylor.
-Son las 7, ¿ a qué hora piensas ir a la discoteca?-pregunté.
-¿¡Las 7 se avisa antes quieres!?-
Subimos al primer taxi que pasaba y nos dirigimos a casa de Taylor.
Me vistió más que presto con una falda blanca corta, su corpiño azul eléctrico y sus tacones azul electro a juego. Pinto mis ojos con unas sombras negras dándoles un toque amarillo. Y puso una traba en un lado de mi pelo dejando mi cuello a la vista.
La verdad es que estaba bastante bien tenía que reconocer. Taylor en cambio llevaba su ceñido traje rojo con sus tacones negros, sus ojos con una mezcla de rojo y negro y su pelo ondulado suelto en olas alrededor de su cara. Iba preciosa, ya que su pelo negro también, destacaba el azul de sus ojos junto a la sombra de ojos.
Sonrió con su sonrisa traviesa y salimos hacia la fiesta. Llegamos a las 9:30, buena hora según Taylor, es cuando venían los guapos.
Taylor salió a bailar con uno de ellos yo en cambio me quede con mi bebida declinando la petición de algunos chicos.
Cuando me iba a dar por vencida con el siguiente que viniera lo vi a él, estaba en la otra esquina, recorriendo con los labios el borde la copa, pareció sentir mi mirada porque pego sus ojos dorados a los míos y me sentí estremecer, como su una carga eléctrica recorriera mis sentidos nerviosos uno a uno haciendolos despertar, de un sueño que duraba varios años.
Mi móvil encima de la mesa de noche empezó a vibrar. En la pantalla se leía
-¿Si?-.
-¡Laylaa!-grito Taylor- hoy es nuestro día te espero a las 2 en la entrada de la tienda de discos, no llegues tarde que te conozco- y colgó.
Maldita Taylor siempre me hacía lo mismo ahora tendría que ir tanto como si quería como si no.
Fui abajo y almorcé la maravillosa sopa, si, es un sarcasmo, era como comer agua caliente con condimentos.
Ya en la ducha sonreí al sentir el agua fría recorrerme la piel, hacía un calor sofocante y el orfanato andaba escaso de ventiladores y algunas como yo nos teníamos que quedar sin ninguno.
Salí de la ducha y el aire caliente se me pego a la piel, era odioso.
Me vestí con un bonito traje blanco corto y mis sandalias rojas, a juego con mi collar. Me peine meticulosamente y me arregle el rebelde fleco.
Mire la hora, ¡ya eran las 2 y 10!, mierda Taylor me iba a matar. Bajé las escaleras corriendo mientras gritaba una despedida rápida.
Para cuando llegue eran las 2 y 25, joder, la cara de Taylor daba más miedo que la del portero de la discoteca a la que solíamos ir( según Taylor a buscarme novio, pero sinceramente, pienso que es a ligar con el chico de la barra, le está poniendo ojitos continuamente).
-Taylor siento la tardanza es que me entretuve en la ducha- sonreí.
-¡Te perdono porque me has sonreído si no te mataba!-dijo cabreada.
Sonreí a un mas.
-Gracias-.
-Te cuento, el plan de hoy es, ir a mi casa a prestarte ropa chula, no la de monjas (mientras decía eso mi mirada fue asesina), pintarte esos ojazos y salir de marcha- .
-Me gusta el plan, menos lo de ropa de monja, lo que pasa es que soy una chica buena- Taylor es la única persona que sabe que en realidad no soy así de tímida lo que no sabe es porque miento.
De camino a su casa me conto que su hermano Steven había salido de camping 5 días con sus amigos, asique teníamos la casa para las dos, ya que sus padres estaban todavía de viaje de negocios.
Fuimos al Rock café, donde solíamos pasar las tardes bebiendo café y mirándole el culo al camarero, buen puesto cabe comentar.
-Voy al baño un momento- dije.
El baño estaba al fondo y era pequeño, pero acogedor.
Me lavé las manos y mi mire en el espejo, para ser mi maravillosa cara( otro sarcasmo) estaba bien, lo único que me gustaba de ella eran mis labios carnosos pero lo demás era aceptable como mucho, a lo mejor era muy exigente. Suspire y salí, antes de llegar a la mesa me choque con alguien.
-Disculpa-dijo con voz entrecortada-
-Oh, no pasa nada- dije sorprendida.
El chico en si no estaba mal, tenía el pelo largo con un gran fleco era de un color negro carbón que hacia destacar sus ojos color miel, sus abrazos musculosos me estaban agarrando para ayudarme a no caer.
Cuando desperté de mi perplejidad salí del circulo de sus brazos, torso y su maravillosa cara.Seguía mirando hacia atrás mientras avanzaba y hay seguía él mirandome. Me vire un segundo hacia Taylor que miraba el culo del camarero con especial interés, solté una risita. Volví a mirar atrás y el estaba en la puerta, ya parecía un borrón entre la gente.
Me acerqué a la ensimismada Taylor.
-Son las 7, ¿ a qué hora piensas ir a la discoteca?-pregunté.
-¿¡Las 7 se avisa antes quieres!?-
Subimos al primer taxi que pasaba y nos dirigimos a casa de Taylor.
Me vistió más que presto con una falda blanca corta, su corpiño azul eléctrico y sus tacones azul electro a juego. Pinto mis ojos con unas sombras negras dándoles un toque amarillo. Y puso una traba en un lado de mi pelo dejando mi cuello a la vista.
La verdad es que estaba bastante bien tenía que reconocer. Taylor en cambio llevaba su ceñido traje rojo con sus tacones negros, sus ojos con una mezcla de rojo y negro y su pelo ondulado suelto en olas alrededor de su cara. Iba preciosa, ya que su pelo negro también, destacaba el azul de sus ojos junto a la sombra de ojos.
Sonrió con su sonrisa traviesa y salimos hacia la fiesta. Llegamos a las 9:30, buena hora según Taylor, es cuando venían los guapos.
Taylor salió a bailar con uno de ellos yo en cambio me quede con mi bebida declinando la petición de algunos chicos.
Cuando me iba a dar por vencida con el siguiente que viniera lo vi a él, estaba en la otra esquina, recorriendo con los labios el borde la copa, pareció sentir mi mirada porque pego sus ojos dorados a los míos y me sentí estremecer, como su una carga eléctrica recorriera mis sentidos nerviosos uno a uno haciendolos despertar, de un sueño que duraba varios años.
Capítulo 1:Metal-Disculpa mi no inocencia.
Llevaba una semana yendo a trabajar a esa maloliente gasolinera, pero si quería mi tan preciado pircing tendría que ir.
El horario era de 13:00 a 17:00.Era domingo asique cuando terminara el turno Walter mi jefe me daría el salario de 50 euros.
El pircing costaba 30, con lo que me sobraba 10 míseros euros tendría para comer en el instituto, no pensaba trabajar más en esa gasolinera.
De camino a casa empezó a llover, al principio era una llovizna pero luego paso a un diluvio.
No me importó mucho la verdad, mi pelo rubio cobrizo de por si no tendía a encresparse con casi nada, y mi anorak era impermeable.
Al pesar cerca de un charco vi mi reflejo, dios era horrible, mis ojeras apuntaban a noches enteras sin dormir, mis ojos grises mostraban esa pena que nunca parecía desaparecer a pesar de los años.
De repente un coche paso y me empapó, exasperada crucé la calle a todo correr, al otro lado había un hombre que iba a paso acelerado, antes de que desapareciera en la próxima esquina le pregunte la hora.
Eran las cinco y cuarto, la hermana Elodi se iba a preocupar.
Sí, mi orfanato estaba al cuidado de unas monjas bastante caladas a la antigua la verdad, pero no me importaba. Para tener 16 años y unas largas vacaciones de invierno por delante no me importaba no salir mucho, ni tener novio. Ya no era la misma Layla. Antes de encaminarme por mi habitual atajo entré en la tienda de tatuajes y pircings. El dependiente estaba secando el suelo mojado por las múltiples gotas de agua.
Carraspeé.
Me miró un segundo y sin pronunciar palabra señaló un cartel pegado en la puerta.
Me disculpé con una sonrisilla tímida y salí apenada, tendría que esperar a mañana o pasado para tener mi preciado trozo de metal.
Cuando llegue la hermana Elodi estaba esperándome como predije. Le dije que no pasaba nada que se me había ido el tiempo.
Bufó mientras me miraba como una madre miraría a su hija descubriendo las marcas en su cuerpo de su novio. Pero ese no era mi caso pero Elodi era muy santita para saber que hacen ahora las parejas.
Cerré los ojos un segundo y ordene mis ideas. Mañana era Lunes asique tendría mates, sociales, tutoría e inglés.
Subí los peldaños de dos en dos y rebusqué los libros en mi habitación. No tenía ni deberes ni exámenes, solo quedaban 5 días de clase.
Encendí mi portátil y miré el correo, solo había publicidad y más publicidad.
Me conecté al Messenger, al fin algo que de verdad me interesaba al ver a Taylor conectada. La verdad es que nuestro comienzo no fue nada espectacular, yo me tropecé con el cordón de mis zapatos, manchando de barro mi deslumbrante traje blanco de cuento de hadas.
Taylor tan amable como siempre desde que la conozco me ayudo a levantarme y a limpiar mi destrozado traje.
Aun recuerdo su sonrisa y su melódica voz al decirme, ¿estás bien? Y mi sonrojo al decir que sí.
Estuvimos hablando hasta tarde de las cosas que hicimos el fin de semana, me conto que había ido con su rollo Steven de picnic y que una cosa a la otra lo habían terminado haciendo allí.
Me despedí de súbito y apague el ordenador. Mis manos estaban sudorosas y temblaban, me levante a beber un vaso de agua y las piernas me fallaron teniendo que agarrarme a la cama. Me recosté y intente controlar los latidos de mi corazón, últimamente el recuerdo surgía con mayor avidez. Y cada vez recordaba cosas que antes ignoraba. Recuerdo ver sus cabezas sobre mí mientras hablaban entre susurros y uno de ellos me miraba, luego solo sangre.
Últimamente todos los de mí alrededor se abandonaban a sus hormonas y el deseo de placer. Mientras yo, sonreía y me hacia la tímida, cuando mi interior burbujeaba de impotencia y rabia.
La verdad es que me habían interesado chicos pero nunca me había llegado a enamorar y menos me había atrevido a salir con alguien de nuevo.
Cuando la peor parte hubo pasado me levanté, recogí la habitación y me fui a cenar a las 10 como era costumbre allí.
La comida no era nada fuera de lo común, leche con cereales. Las demás chicas no se acercaban mucho a mí y por lo general estaba yo sola en la mesa.
Una vez hube terminado me duche, cepille los dientes, peine mi pelo y me acosté a dormir. Me era imposible dormir hacia 4 o 5 noches pero no sé cómo esta caí rendida en la cama.
En mis odios sonaba My heart - Paramore.
El horario era de 13:00 a 17:00.Era domingo asique cuando terminara el turno Walter mi jefe me daría el salario de 50 euros.
El pircing costaba 30, con lo que me sobraba 10 míseros euros tendría para comer en el instituto, no pensaba trabajar más en esa gasolinera.
De camino a casa empezó a llover, al principio era una llovizna pero luego paso a un diluvio.
No me importó mucho la verdad, mi pelo rubio cobrizo de por si no tendía a encresparse con casi nada, y mi anorak era impermeable.
Al pesar cerca de un charco vi mi reflejo, dios era horrible, mis ojeras apuntaban a noches enteras sin dormir, mis ojos grises mostraban esa pena que nunca parecía desaparecer a pesar de los años.
De repente un coche paso y me empapó, exasperada crucé la calle a todo correr, al otro lado había un hombre que iba a paso acelerado, antes de que desapareciera en la próxima esquina le pregunte la hora.
Eran las cinco y cuarto, la hermana Elodi se iba a preocupar.
Sí, mi orfanato estaba al cuidado de unas monjas bastante caladas a la antigua la verdad, pero no me importaba. Para tener 16 años y unas largas vacaciones de invierno por delante no me importaba no salir mucho, ni tener novio. Ya no era la misma Layla. Antes de encaminarme por mi habitual atajo entré en la tienda de tatuajes y pircings. El dependiente estaba secando el suelo mojado por las múltiples gotas de agua.
Carraspeé.
Me miró un segundo y sin pronunciar palabra señaló un cartel pegado en la puerta
Me disculpé con una sonrisilla tímida y salí apenada, tendría que esperar a mañana o pasado para tener mi preciado trozo de metal.
Cuando llegue la hermana Elodi estaba esperándome como predije. Le dije que no pasaba nada que se me había ido el tiempo.
Bufó mientras me miraba como una madre miraría a su hija descubriendo las marcas en su cuerpo de su novio. Pero ese no era mi caso pero Elodi era muy santita para saber que hacen ahora las parejas.
Cerré los ojos un segundo y ordene mis ideas. Mañana era Lunes asique tendría mates, sociales, tutoría e inglés.
Subí los peldaños de dos en dos y rebusqué los libros en mi habitación. No tenía ni deberes ni exámenes, solo quedaban 5 días de clase.
Encendí mi portátil y miré el correo, solo había publicidad y más publicidad.
Me conecté al Messenger, al fin algo que de verdad me interesaba al ver a Taylor conectada. La verdad es que nuestro comienzo no fue nada espectacular, yo me tropecé con el cordón de mis zapatos, manchando de barro mi deslumbrante traje blanco de cuento de hadas.
Taylor tan amable como siempre desde que la conozco me ayudo a levantarme y a limpiar mi destrozado traje.
Aun recuerdo su sonrisa y su melódica voz al decirme, ¿estás bien? Y mi sonrojo al decir que sí.
Estuvimos hablando hasta tarde de las cosas que hicimos el fin de semana, me conto que había ido con su rollo Steven de picnic y que una cosa a la otra lo habían terminado haciendo allí.
Me despedí de súbito y apague el ordenador. Mis manos estaban sudorosas y temblaban, me levante a beber un vaso de agua y las piernas me fallaron teniendo que agarrarme a la cama. Me recosté y intente controlar los latidos de mi corazón, últimamente el recuerdo surgía con mayor avidez. Y cada vez recordaba cosas que antes ignoraba. Recuerdo ver sus cabezas sobre mí mientras hablaban entre susurros y uno de ellos me miraba, luego solo sangre.
Últimamente todos los de mí alrededor se abandonaban a sus hormonas y el deseo de placer. Mientras yo, sonreía y me hacia la tímida, cuando mi interior burbujeaba de impotencia y rabia.
La verdad es que me habían interesado chicos pero nunca me había llegado a enamorar y menos me había atrevido a salir con alguien de nuevo.
Cuando la peor parte hubo pasado me levanté, recogí la habitación y me fui a cenar a las 10 como era costumbre allí.
La comida no era nada fuera de lo común, leche con cereales. Las demás chicas no se acercaban mucho a mí y por lo general estaba yo sola en la mesa.
Una vez hube terminado me duche, cepille los dientes, peine mi pelo y me acosté a dormir. Me era imposible dormir hacia 4 o 5 noches pero no sé cómo esta caí rendida en la cama.
En mis odios sonaba My heart - Paramore.
domingo, 27 de junio de 2010
Disculpa mi no inocencia-Prólogo
Layla es la típica chica extrovertida, a la que le encantan las fiestas, beber y como no las drogas. Pero todo cambia cuando en una fiesta en casa de Brad su novio se levanta con resaca, en una habitación desconocida desnuda, y se da cuenta de que quien está a su lado no es Brad, si no un tío que no había visto en toda su vida.
Al mirar a su alrededor se da cuenta de que aparte de él hay dos tipos más, asustada entra el baño y se da cuenta de que esos tres hijos de putas la habían violado.
Pero lo peor fue que cuando salió dispuesta a no volver a pisar esa casa piso algo que dejaba huellas rojas a su paso.
Cuando se volteo a mirar vio a Brad en el suelo con un golpe en la cabeza rodeado por una costra de sangre seca.
Empezó a temblar incontrolablemente, aun confusa bajo los efectos del alcohol y quizá de drogas, echo a correr de allí.
Ya han pasado dos años y nadie nunca ha sabido que ella estuvo allí esa noche. La policía encontró el cuerpo de Brad y a los tipos allí todavía, estos para su suerte fueron encarcelados por la muerte de Brad.
Brad fue enterrado a los tres días, no acudió al entierro de que serviría.
Él siempre fue bueno con ella, y aunque no sentía lo mismo que el por ella mantuvo su relación tres meses.
Suspiró y dejo de pensar en el pasado, termino de tirar los restos de su sucio diario a la chimenea y subió a su cuarto, y pensar que tan solo tenía 14 años…
viernes, 25 de junio de 2010
No digas que esa no es la razon por la que ya no ves el sol.
martes, 15 de junio de 2010
Brick
Los días se estan haciendo pesados, y las cosas ya no son lo que eran.
Tengo ganas de volver a la cama ponerme los cascos a todo volumen y cerrar los ojos. Así podre soñar un rato el mundo perfecto.
Pero cada vez que pienso en eso me viene a la mente una canción, y me alegro , hay mucho que vivir todavía, ¿no?.
El traje se mancho de barro, en la tarta escondieron gusanos, los zapatos producen ampollas, el novio tiene otra novia. Si, definitivamente construiste un mundo de magia porque tu vida real es trágica
Tengo ganas de volver a la cama ponerme los cascos a todo volumen y cerrar los ojos. Así podre soñar un rato el mundo perfecto.
Pero cada vez que pienso en eso me viene a la mente una canción, y me alegro , hay mucho que vivir todavía, ¿no?.
El traje se mancho de barro, en la tarta escondieron gusanos, los zapatos producen ampollas, el novio tiene otra novia. Si, definitivamente construiste un mundo de magia porque tu vida real es trágica
martes, 8 de junio de 2010
Dos Gotas
Bruno
Pom, Pom, Pom...
La puerta no dejaba de sonar,al final me decidí y la fui a abrir.
Delante de mi se encontraba el hombre más asqueroso, patético y odioso del mundo, Tom Clancy, mi padre.
Venía borracho como de costumbre cuando viene a estas horas.
Son las 4 de la mañana y encima mañana tengo clases.
No parecía con muchas ganas de violencia asi que le ayudé a entras y lo recosté en el sofá.
Estaba horrible, se veía pálido y sudoroso ademas tenía la camisa desabotonada y manchada, seguramente de alcohol.
En momentos como este añoraba a mi madre, con ella todo marchaba bien, papá no bebía, no teníamos problemas con la casa...debería dejar de lamentarme de mi mismo no voy a conseguir nada.
Me acosté, mañana hay examen de mates, bueno mas bien hoy.
Las siete y media, me he quedado dormido y para colmo me habia tenido que quedar despierto hasta las 5:30 porque el maravilloso Tom tenía mañana que ir a trabajar y no podía levantarse.
Apagé el despertador y me limpie las legañas. Me dirigí al baño y encendí la luz, tenía unas ojeras impresionantes.
Mis ojos grises mostraban expresión apenada, en cambio mi pelo era una maraña. Después de un largo cepillado se me quedo bien, tengo el pelo como Oliver Sykes aunque dudó que mucha gente lo conozca.
Me lavé la cara varias veces y salí del baño.
Mi cuarto era un caos, asi que cogí lo primero que vi.
Unos vaqueros rotos, una de las varias camisas de Drop Dead y mis conver negras.
Ya eran las menos cuarto, cogí mis libros y salí corriendo.
En la calle el aire era fresco, por suerte habia cogido una sudadera.
Me puse la capucha y subí el volumen de mi ipod, solo escuchaba bring me the horizon a todo volumen.
Derepente empezó a llover, y la gente y el entorno de mi alrededor parecía un borrón difuminado, en el que yo sobresalía.
Sacudía la cabeza y mire el móvil son las ocho joder..
Llegé a clase tardé, muy tardé y empapado. Para colmo a primera había lengua, como no Ramiro me castigo con una redacción de 15 línas en la que debía exponer mis disculpas y causa de retraso. Suspiré exasperado.
Me senté en mi pupitre y empezó la clase, como siempre nadie dijo nada.
Al acabar la clase Dixon se me acerco, es el típico tio que se cree guay.
-Eyy tío, ¿como lo llevas?-preguntó.
Le miré enarcando una ceja.
-Bien-respondí secamente.
Antes de que pudiera replicar me marché a mi próxima clase. A que coño se me acercó el tio ese.
Por el camino me encontré a Zac.
-Hey-dije sonriendo burlón-alguien se ha pasado un poco-.
-Que pasa colegaaa- dijo arrastrando la a.-como me conoces hermano- rió.
Zac es un colega un poco pirado la verdad, la broma iba sobre que fuma muchos porros en el baño. Aunque en el fondo es buena gente.
-Bueno, me voy a clases, no quiero que me manden mas castigos-dije.
-Tss, que no te cambien colega, que no te cambien-dijo con su tono rastafari.
-Descuida-le di unos golpes en la espalda y me fui.
Llegé a la clase y vi a gente conocida: Tomhas, Mark, Laura, Lisa...
Salude y me acerqué a hablar con Sergio mi mejor amigo.
-Weep-dijo haciendo nuestro saludo-.
-Tío, el Ramiro me mandó una redacción por llegar tarde, macho-.
-Tss, estas decayendo-rió-pues para que te jodas yo saqué un 6 en mates-me miró- ¿que?, por una vez que estudió.
Dijo ante mi cara de asombro.
-Yo la llevo clara, como no apruebe el que tengo de mates a última me cargo la asignatura-dije dejando la maleta en el piso.
-No te estresés tio, tu siempre la apruebas todas, aunque estos años hayas pasado una mala racha, no te rindas ahora- .
-Gracias...señor bolo eres increible-empezé a reir.
-Mira Bruno no me jodas so fue trampa....-empezó.
En eso comenzamos una batalla en la que yo mas bien reía mas que hablaba sobre una partida de bolos de la que salí victorioso.
A última termine el exámen pronto y me marché a dar una vuelta, no tenia ganas de ir a casa a aguantar a Tom.
No tenía hambre asique me ahorré un problema.
Me volví a poner el ipod, pero me quité la sudadera ya empezaba a hacer calor.
I've got a secret
it's on the tip of my tongue
it's on the back of my lungs
And I'm gonna keep it
I know something you don't know
Pom, Pom, Pom...
La puerta no dejaba de sonar,al final me decidí y la fui a abrir.
Delante de mi se encontraba el hombre más asqueroso, patético y odioso del mundo, Tom Clancy, mi padre.
Venía borracho como de costumbre cuando viene a estas horas.
Son las 4 de la mañana y encima mañana tengo clases.
No parecía con muchas ganas de violencia asi que le ayudé a entras y lo recosté en el sofá.
Estaba horrible, se veía pálido y sudoroso ademas tenía la camisa desabotonada y manchada, seguramente de alcohol.
En momentos como este añoraba a mi madre, con ella todo marchaba bien, papá no bebía, no teníamos problemas con la casa...debería dejar de lamentarme de mi mismo no voy a conseguir nada.
Me acosté, mañana hay examen de mates, bueno mas bien hoy.
Las siete y media, me he quedado dormido y para colmo me habia tenido que quedar despierto hasta las 5:30 porque el maravilloso Tom tenía mañana que ir a trabajar y no podía levantarse.
Apagé el despertador y me limpie las legañas. Me dirigí al baño y encendí la luz, tenía unas ojeras impresionantes.
Mis ojos grises mostraban expresión apenada, en cambio mi pelo era una maraña. Después de un largo cepillado se me quedo bien, tengo el pelo como Oliver Sykes aunque dudó que mucha gente lo conozca.
Me lavé la cara varias veces y salí del baño.
Mi cuarto era un caos, asi que cogí lo primero que vi.
Unos vaqueros rotos, una de las varias camisas de Drop Dead y mis conver negras.
Ya eran las menos cuarto, cogí mis libros y salí corriendo.
En la calle el aire era fresco, por suerte habia cogido una sudadera.
Me puse la capucha y subí el volumen de mi ipod, solo escuchaba bring me the horizon a todo volumen.
Derepente empezó a llover, y la gente y el entorno de mi alrededor parecía un borrón difuminado, en el que yo sobresalía.
Sacudía la cabeza y mire el móvil son las ocho joder..
Llegé a clase tardé, muy tardé y empapado. Para colmo a primera había lengua, como no Ramiro me castigo con una redacción de 15 línas en la que debía exponer mis disculpas y causa de retraso. Suspiré exasperado.
Me senté en mi pupitre y empezó la clase, como siempre nadie dijo nada.
Al acabar la clase Dixon se me acerco, es el típico tio que se cree guay.
-Eyy tío, ¿como lo llevas?-preguntó.
Le miré enarcando una ceja.
-Bien-respondí secamente.
Antes de que pudiera replicar me marché a mi próxima clase. A que coño se me acercó el tio ese.
Por el camino me encontré a Zac.
-Hey-dije sonriendo burlón-alguien se ha pasado un poco-.
-Que pasa colegaaa- dijo arrastrando la a.-como me conoces hermano- rió.
Zac es un colega un poco pirado la verdad, la broma iba sobre que fuma muchos porros en el baño. Aunque en el fondo es buena gente.
-Bueno, me voy a clases, no quiero que me manden mas castigos-dije.
-Tss, que no te cambien colega, que no te cambien-dijo con su tono rastafari.
-Descuida-le di unos golpes en la espalda y me fui.
Llegé a la clase y vi a gente conocida: Tomhas, Mark, Laura, Lisa...
Salude y me acerqué a hablar con Sergio mi mejor amigo.
-Weep-dijo haciendo nuestro saludo-.
-Tío, el Ramiro me mandó una redacción por llegar tarde, macho-.
-Tss, estas decayendo-rió-pues para que te jodas yo saqué un 6 en mates-me miró- ¿que?, por una vez que estudió.
Dijo ante mi cara de asombro.
-Yo la llevo clara, como no apruebe el que tengo de mates a última me cargo la asignatura-dije dejando la maleta en el piso.
-No te estresés tio, tu siempre la apruebas todas, aunque estos años hayas pasado una mala racha, no te rindas ahora- .
-Gracias...señor bolo eres increible-empezé a reir.
-Mira Bruno no me jodas so fue trampa....-empezó.
En eso comenzamos una batalla en la que yo mas bien reía mas que hablaba sobre una partida de bolos de la que salí victorioso.
A última termine el exámen pronto y me marché a dar una vuelta, no tenia ganas de ir a casa a aguantar a Tom.
No tenía hambre asique me ahorré un problema.
Me volví a poner el ipod, pero me quité la sudadera ya empezaba a hacer calor.
Me senté en el banco cerca del parque y abrí mi lata de coca-cola.
Hoy no había pasado nada interesante en clase, hizé bien el examen. tengo una redacción pendiente para mañana, fin nada interesante...bueno algo si, que viene una chica nueva, espero que sea algo diferente estoy cansado de la rutina.
Cerré los ojos y bebí un trago de mi coca-cola mientras escuchaba Chelsea Smile de Bring me the horizon.
Hoy no había pasado nada interesante en clase, hizé bien el examen. tengo una redacción pendiente para mañana, fin nada interesante...bueno algo si, que viene una chica nueva, espero que sea algo diferente estoy cansado de la rutina.
Cerré los ojos y bebí un trago de mi coca-cola mientras escuchaba Chelsea Smile de Bring me the horizon.
I've got a secret
it's on the tip of my tongue
it's on the back of my lungs
And I'm gonna keep it
I know something you don't know
E*
sábado, 5 de junio de 2010
"En el lado Brillante"
Conocí a un hombre de dos metros de altura
Este hombre era muy ambicioso
En un mundo que es tan cruel con nosotros , todo lo que dije fue:
Hola como me respondió
Él dijo: Escucha estas palabras que yo he vivido toda mi vida
Eres tan alto como tú corazón , os dejará ser
Y uno es tan pequeño como el mundo te hará parecer
Cuando las cosas se complican y te sientes como mi caída
Basta con mirar '' En el Lado Brillante'' está más o menos
de seis pies de altura
Conocí a un hombre de 12 pies de altura
Él sobresalía como un gigante
En un mundo que fue desafiante de su altura
Hola , como he dicho , respondió
Él dijo: Escucha estás palabras que he temido toda mi vida
Eres tan alto como su corazón os dejará ser Y uno es tan pequeño como el mundo te hará parecer
Cuando las cosas se ponen difíciles , y usted siente que puede caer
Basta con mirar ''En el Lado Brillante''
Estás cerca de seis pies de altura
Yo soy un hombre de seis pies de altura
Sólo busca algunas respuestas
en un mundo que responde a ninguno de ellos a todos les
Voy a decir: hola , pero no respuesta
Para las cartas que usted escribe
Porque me encontré con un poco de paz de la mente
Porque yo sólo tan alto como mi corazón me deja ser
Y yo sólo soy tan pequeño como el mundo se me parecen
Cuando las cosas se ponen
difíciles y yo siento que puedo caer
Voy a mirar en el lado brillante
Estoy cerca de seis pies de altura.
Este hombre era muy ambicioso
En un mundo que es tan cruel con nosotros , todo lo que dije fue:
Hola como me respondió
Él dijo: Escucha estas palabras que yo he vivido toda mi vida
Eres tan alto como tú corazón , os dejará ser
Y uno es tan pequeño como el mundo te hará parecer
Cuando las cosas se complican y te sientes como mi caída
Basta con mirar '' En el Lado Brillante'' está más o menos
de seis pies de altura
Conocí a un hombre de 12 pies de altura
Él sobresalía como un gigante
En un mundo que fue desafiante de su altura
Hola , como he dicho , respondió
Él dijo: Escucha estás palabras que he temido toda mi vida
Eres tan alto como su corazón os dejará ser Y uno es tan pequeño como el mundo te hará parecer
Cuando las cosas se ponen difíciles , y usted siente que puede caer
Basta con mirar ''En el Lado Brillante''
Estás cerca de seis pies de altura
Yo soy un hombre de seis pies de altura
Sólo busca algunas respuestas
en un mundo que responde a ninguno de ellos a todos les
Voy a decir: hola , pero no respuesta
Para las cartas que usted escribe
Porque me encontré con un poco de paz de la mente
Porque yo sólo tan alto como mi corazón me deja ser
Y yo sólo soy tan pequeño como el mundo se me parecen
Cuando las cosas se ponen
difíciles y yo siento que puedo caer
Voy a mirar en el lado brillante
Estoy cerca de seis pies de altura.
viernes, 4 de junio de 2010
I'm feeling like a star, you can't stop my shine.(8)
El Calor esta nublando mis sentidos y mi cabeza esta rebosante de ideas mas bien locuras.
Tengo ganas de follarme al mundo con todos vosotros dentro, de volar y de comer helados bakoka de fresa.
Si de manejar mi vida como y cuando quiera. De mandar a todos a la mierda, de sentir el aire en mi cara.
De gritar hasta rabiar y correr hasta morir.
De encontrarte y amarté porque pareces escondido, sal de una vez te estoy esperando aquí con mi bebida que se esta empezando a calentar.
No me canses porque daré media vuelta y no volveré y creeme no me vas a olvidar fácilmente.
Me manejare sola, brillaré como el sol y no podrás impedirlo, si sacaré al mundo de la mierda donde esta metido.
Ridin' Solo
Me siento como una estrella
No puedes impedir que resplandezca
Soy el amante de la novena nube
Mi cabeza esta por los aires
Estoy solo, cabalgando solo
Estoy cabalgando solo, solo.
Si esta noche me siento bien
Por fin estoy realizado
Y se siente tan bien, oh
Tengo tiempo para hacer lo que me gusta
Yendo al club todo esta tan bien, oh
Nadie me contesta
Nadie esta discutiendo conmigo
Y desde que llegué
Soy dueño de mi mismo
Estoy viviendo mi vida
Ahora que estoy libre, sí
Adictivoz.com
Dijiste que me fuera al diablo
Ahora estoy ahí, sí
Ahora tengo que pasar el tiempo
Vendrá días mucho mejores
Lamento mucho
Que lo nuestro no funcionara
Me estoy marchando
Lo siento mucho
Pero esto ha terminado
El dolor ya pasó
Me interno en mis sombras
Para taparme los ojos
Saltando en mi cabalgata
Yendo fuera esta noche
Cabalgando solo
Cabalgando,… solo
Me siento como una estrella
No puedes impedir que brille
Soy el amante de la novena nube
Mi mente esta en el cielo
Estoy solo, cabalgando solo
Estoy cabalgando solo, solo.
Ahora me siento como debería
Nunca supe que
Solo podría sentirme tan bien, oh
Dejando de jugar a los malos entendidos
Deje ese juego atrás
Sabia que era lo que yo quería, oh
Adictivoz.com
De ese modo cada vez que vuelo
Abro mis alas
Me amo a mi mismo
Me dan ganas de cantar
Oh, oh, sí
Sí, sí, sí
Dijiste que me fuera al diablo
Ahora estoy ahí, sí
Ahora tengo que pasar el tiempo
Vendrá días mucho mejores
Lamento mucho
Que lo nuestro no funcionara
Me estoy marchando
Lo siento mucho
Pero esto ha terminado
El dolor ya pasó
Me interno en mis sombras
Para taparme los ojos
Saltando en mi cabalgata
Yendo fuera esta noche
Cabalgando solo
Cabalgando,… solo
Me siento como una estrella
No puedes impedir que brille
Soy el amante de la novena nube
Mi mente esta en el cielo
Estoy solo, cabalgando solo
Estoy cabalgando solo, solo.
Cabalgando solo
Cabalgando solo
Solo, solo, solo
Me gusta estar S-O-L-O
Estoy viviendo mi vida
Sin nada de estrés
Me interno en mis sombras
Para taparme los ojos
Saltando en mi cabalgata
Yendo fuera esta noche
Cabalgando solo
Cabalgando,… solo
Me siento como una estrella
No puedes impedir que brille
Soy el amante de la novena nube
Mi mente esta en el cielo
Estoy solo, cabalgando solo
Estoy cabalgando solo, solo
Me siento como una estrella
No puedes impedir que resplandezca
Soy el amante de la novena nube
Mi cabeza esta por los aires
Estoy solo, cabalgando solo
Estoy cabalgando solo, solo.
Si esta noche me siento bien
Por fin estoy realizado
Y se siente tan bien, oh
Tengo tiempo para hacer lo que me gusta
Yendo al club todo esta tan bien, oh
Nadie me contesta
Nadie esta discutiendo conmigo
Y desde que llegué
Soy dueño de mi mismo
Estoy viviendo mi vida
Ahora que estoy libre, sí
Adictivoz.com
Dijiste que me fuera al diablo
Ahora estoy ahí, sí
Ahora tengo que pasar el tiempo
Vendrá días mucho mejores
Lamento mucho
Que lo nuestro no funcionara
Me estoy marchando
Lo siento mucho
Pero esto ha terminado
El dolor ya pasó
Me interno en mis sombras
Para taparme los ojos
Saltando en mi cabalgata
Yendo fuera esta noche
Cabalgando solo
Cabalgando,… solo
Me siento como una estrella
No puedes impedir que brille
Soy el amante de la novena nube
Mi mente esta en el cielo
Estoy solo, cabalgando solo
Estoy cabalgando solo, solo.
Ahora me siento como debería
Nunca supe que
Solo podría sentirme tan bien, oh
Dejando de jugar a los malos entendidos
Deje ese juego atrás
Sabia que era lo que yo quería, oh
Adictivoz.com
De ese modo cada vez que vuelo
Abro mis alas
Me amo a mi mismo
Me dan ganas de cantar
Oh, oh, sí
Sí, sí, sí
Dijiste que me fuera al diablo
Ahora estoy ahí, sí
Ahora tengo que pasar el tiempo
Vendrá días mucho mejores
Lamento mucho
Que lo nuestro no funcionara
Me estoy marchando
Lo siento mucho
Pero esto ha terminado
El dolor ya pasó
Me interno en mis sombras
Para taparme los ojos
Saltando en mi cabalgata
Yendo fuera esta noche
Cabalgando solo
Cabalgando,… solo
Me siento como una estrella
No puedes impedir que brille
Soy el amante de la novena nube
Mi mente esta en el cielo
Estoy solo, cabalgando solo
Estoy cabalgando solo, solo.
Cabalgando solo
Cabalgando solo
Solo, solo, solo
Me gusta estar S-O-L-O
Estoy viviendo mi vida
Sin nada de estrés
Me interno en mis sombras
Para taparme los ojos
Saltando en mi cabalgata
Yendo fuera esta noche
Cabalgando solo
Cabalgando,… solo
Me siento como una estrella
No puedes impedir que brille
Soy el amante de la novena nube
Mi mente esta en el cielo
Estoy solo, cabalgando solo
Estoy cabalgando solo, solo
E*
Quememos la bandera que nos tiene prisionera de su expresión que nos encierra en carceles de metal.
Obsesión
No hacé mas que pensar en él, su sonrisa torcida muestra su mente macabra.
Una mente llena de pensamientos hacia él, de lujurias y pasiones nunca contadas.
Cansada de esperar de soñar de desear un mundo, que nunca volverá, que va a tener que olvidar.
Porque se consume a cada segundo como una mecha que llegá a su final, para quemarte y recorte ese mundo cruel.
Que como fichas en un tablero nos tiene a su merced.
Sacaló de tu mente dejaló estar ya.
Tu habitación es lo unico que vez mientras maldices a esas cuatro paredes que pareces odiar.
Apestas a rabia, impotensia y dolor.
Porque odias que te tenga a tu merced que seas suya con una mirada.
Siempre llorando en un rincón, asustada de la soledad, que te oprime y te transforma.
Eres como un papel que con el tiempo va envejeciendo.
Hasta ser desechado a un rincón, un rincón que temes.
Apestas a humo y no te importa tu sombra es el temor del montón.
Tu mirada es turbia, y tu cuchillo afilado, un cuchillo de verdades contrariadas.
Que se mezclan y confunden en un mar de dolor donde te ahogas sin remedio.
Asficiada por la multitud, que no entiende.
Lo que es sentir lo que tú sientes, al ver las sonrisas de tanta gente.
Suspiras y piensas que tu corazón debería dejar de latir, pero con tu último aliento juraste amarlo y ahora tus palabras te recaen resonando como el eco de mil voces.
E*
Una mente llena de pensamientos hacia él, de lujurias y pasiones nunca contadas.
Cansada de esperar de soñar de desear un mundo, que nunca volverá, que va a tener que olvidar.
Porque se consume a cada segundo como una mecha que llegá a su final, para quemarte y recorte ese mundo cruel.
Que como fichas en un tablero nos tiene a su merced.
Sacaló de tu mente dejaló estar ya.
Tu habitación es lo unico que vez mientras maldices a esas cuatro paredes que pareces odiar.
Apestas a rabia, impotensia y dolor.
Porque odias que te tenga a tu merced que seas suya con una mirada.
Siempre llorando en un rincón, asustada de la soledad, que te oprime y te transforma.
Eres como un papel que con el tiempo va envejeciendo.
Hasta ser desechado a un rincón, un rincón que temes.
Apestas a humo y no te importa tu sombra es el temor del montón.
Tu mirada es turbia, y tu cuchillo afilado, un cuchillo de verdades contrariadas.
Que se mezclan y confunden en un mar de dolor donde te ahogas sin remedio.
Asficiada por la multitud, que no entiende.
Lo que es sentir lo que tú sientes, al ver las sonrisas de tanta gente.
Suspiras y piensas que tu corazón debería dejar de latir, pero con tu último aliento juraste amarlo y ahora tus palabras te recaen resonando como el eco de mil voces.
E*
Suscribirse a:
Entradas (Atom)