martes, 18 de enero de 2011

4ª parte Jana


Cada pensamiento en contra era como una apuñalada. Quería matarlo. Más bien “él” quería matarlo. Pero no, no soy un monstruo, bueno sí, pero lo hago porque lo necesito, pero, matar a Rest ahora mismo sería por su condición no por necesidad.
-¿Jana?- sus manos no paraban de moverse. No sabía que hacer conmigo.
-V-ve-vete- conseguí articular con mis doloridas cuerdas vocales, los gritos rasgaban intentado salir de ella.
-No puedo dejarte aquí en medio de la calle-
-¡Vete!- grité en parte.
Me miró fijamente. Seguramente estaba mirando mis ojos rojos. Pero, ¿por qué parecía tan impresionado? No tenía descanso el dolor volvía a arremeter con fuerza.
Gemidos de dolor empezaban a escapar de mis labios. Era horrible.
Por fin pareció entrar en razón y se marchó.
-Lo siento Jana-
¿Lo siento?, la acababa de salvar el maldito trasero a ese cerdo. Hipócrita.Cerré los ojos.
Paró. No había más dolor. Él se había marchado de verdad.
Me levanté lentamente, pero no me dolía nada por suerte. Entré en el portal y subí cada peldaño con un esfuerzo ¿sobre demoniaco?
Una cerradura, el último obstáculo entre yo y me descanso merecido. Refunfuñe por lo bajo mientras registraba mi bolso y bolsillos.
-Oye Jana se te han caído por las escaleras- una niña jalaba de mis vaqueros.
-Oh, gracias Karly- ¿era Karly?
-De nada- se rió tontamente y de repente clavo su mirada en mis ojos- ¿ te has cambiado de ojos?.
-¿cambiado de ojos?-reí- claro que no, ¿por qué?.
-Ahora son más bonitos- sonrió y desapareció escaleras abajo dejando mi pregunta en el aire.
Estúpida niña. Cerré la puerta y fui al baño corriendo. ¿Qué les pasaba a mis ojos?.
Oh dios, oh dios. Mierda. Una real mierda.
Mis ojos negros ahora son verdes.
¿Qué broma es esta?, verdes, vale molan pero hola tenía los ojos negros. Encima mañana tengo clases todo va de maravillas.
Tengo dos opciones llamar a Rest y arriesgarme a que intente matarlo de nuevo o esperar a mañana y hablar con Christian a solas. A lo mejor para mañana los tenía negros. Ya lo sé falsas esperanzas.
Solo tengo ganas de una cosa. Dormir.

Siete de la mañana tengo quince minutos para hacer todo. Lo primero unos vaqueros mis botas negras altas y una camisa blanca de manga corta. De desayuno hay una nota de Rest que pone Ñam. Pelo, bueno por suerte lo tengo bien.
Vale lo último salir pitando para encontrar a Christian. Por el amor de ¿el cielo?, que sepa arreglar lo que me pasa, porque siguen verdes.
A las siete, veintidós minutos y nueve segundos conseguí parar a Christian cerca del camino de entrada. Lo arrastré detrás de un muro.
-Dime que esto tiene solución- dije señalando mis ojos.
Sus ojos se abrieron sorprendidos y me agarro el rostro con las manos, girándome a los lados para verlos bien.
-¿tiene?-
-Me temo que no, ¿se puede saber cómo paso?.
-Es una historia muy larga sabes- comente caminando hacia atrás- bueno adiós.
Lo último que vi fue su ceño fruncido.
Bien nada mejor que empezar el día con una buena primera hora llena de preguntas.
La primera en verme fue como no Ciara.
-¡!- se llevó una mano a la boca- tus ojos, ¿llevas lentillas?, no , no puede ser tenías los ojos negros se te verían oscuros. A no ser que antes llevaras lentillas y este sea tu color natural- parecía feliz de haber deducido eso ella sola.
Vale, no se me había ocurrido eso de las lentillas pero bueno me han dado la idea solo es cuestión de darle algunos matices.
-Bueno sí, al parecer ya no necesito las lentillas así que ya ves, mi color de ojos natural- sonreí falsamente.
-Es precioso- dijo fascinada.
El profesor llegó. Y continuo así las siguientes horas. Menos a cuarta, es donde me toca con Christian los jueves. Lo vi esta mañana pero no está.
-Oye Megan, ¿sabes si Christian vino hoy?-.
-No lo he visto hoy-.
Fue por lo de mis ojos seguro, su ceño fruncido cuando me marché lo dejaba claro pero bueno.
¡SÍ! Al fin hora libre, tenía que encontrar a Rest, sí o sí. O Christian aunque eso era misión imposible.
Bajé los peldaños de dos en dos lo más rápido posible. Salida, bien ahora hacia. . .
-¿A dónde vas con tanta prisa?-
-Ahora mismo estoy pensando hacia donde- dije distraída- espera, ¿tú quién eres?-dije volteándome
-Ahora mismo soy tu novio y vamos a ir a una fiesta- dijo en mi oído mientras me arrastraba por el brazo.
-Rest, ¿se puede saber de qué coño hablas?-
-¡Jana!- alguien gritó detrás nuestra- ¿tienes los deberes de francés?, porfi dime que sí.
-Em, pues sí, ¿por?-dije arqueando una ceja.
-Me los dejas te prometo que te los devuelvo mañana sin falta- de repente se dio cuenta de Rest a mi izquierda-¿quién es él?-
Ciara se acercó a donde estábamos.
-Lo siento Jana no pude evitar escuchar, ¿quién es eh?-
-Bueno. . . esto, él es- me miro levantado las cejas- pues, eso que él es mi novio sí.
-Qué fuerte, cuando me lo pensabas decir, somos best friends desde siempre- siguió hablando con su amiga y se marcharon.
-Fantástico no solo me acosan por mi nuevo color de ojos si no que ahora todo el mundo va a saber que somos novios- dije novios entre comillas.
-No sufras quieres-
Y acto seguido sello mis labios con los suyos sin dejarme tiempo a reaccionar.
-Ves que fácil- arqueó una ceja y empezó a caminar, de repente se miro hacia atrás- ¿es tu best friend?- empezó a reirse.

Un coche reflejo mis ojos, tenían un poco de azul.

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