jueves, 21 de junio de 2012

Supongo que no fue como esperamos, como hablamos de niñas sentadas en las gradas del colegio, o riéndonos en tu casa, supongo que ahora no debería estar llorando. A pesar de todo, de todo el dolor, sigue aquí ese sentimiento en el interior es algo que nadie podrá arrebatarme, ni yo misma.
Aún así estoy feliz, porque fue una mirada, una sonrisa, un momento y fue tan perfecto, fue como ese futuro del que hablábamos. Tú y yo.
Todavía recuerdo tu voz alentándome a ser mejor, más fuerte. Recuerdo tu risa diciéndome: se feliz.
Ahora me toca decírtelo a ti, aunque seguro que ya lo sabes. No dejes nunca de sonreír.

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