martes, 26 de junio de 2012

ejfwejfwerfwefwweijrf moment

Son esos pequeños detalles que no puedes pedir, porque entonces no serían pequeños detalles. Serían intenciones, y perderían su valor.
Pequeños detalles que te gustaría recibir, que te gustaría tener para saber que se siente con ellos. Pero no todos sabemos hablar con los ojos, supongo que soy de las que los tiene empañados, o tan llenos de recovecos donde esconder todo eso que no dejaba salir, que ahora nadie puede ver a través de ellos.
Es triste, sinceramente, a veces me miro en espejo e incluso yo mismo soy incapaz de entenderlos.
Y no puedo cambiar quién soy solo por recibirlos, sería mentirme a mí misma,pero ¿qué debo hacer para recibirlos? si soltara de repente todas esas pequeñas cosas que hago, me gustaría hacer o adoro se sentiría mal. No en el sentido de falta de confianza, si no me sentiría demasiado expuesta. Llevo tanto tiempo encerrada en mí misma que tengo miedo de quemarme si salgo. A lo mejor la respuesta es el tiempo, o a lo mejor no hay respuesta, a lo mejor...
Eso no importa ahora, jajaja, no lo sé. Estoy harta de tantas preguntas a las que debo buscar respuesta. Creo que es momento de dejarse llevar, sí eso, dejarse llevar por la corriente.

The heart never fogerts

Me acordé hoy, no sé porque ni en qué momento. Recordé a las tortugas desobando.Como después de nadar miles de kilómetros han de arrastrarse por la arena para, sin fuerzas, cavar un hoyo donde depositar sus huevos,luego taparlo, volver a arrastrarse; sin saber de donde sacan las fuerzas, y volviendo al mar para recorrer esos miles de kilómetros y así una y otra vez.
Pues así era yo contigo, bueno con lo nuestro,rectifico, lo que era nuestro, lo que eramos.
Recorrí miles de días para olvidarte, me arrastre hasta los lugares más profundos de mi alma, cavé un hoyo donde enterré todos nuestros secretos y recuerdos, escondiéndolos; escondiendo los te quieros, las caricias, las veces que hemos hecho el amor, todo lo que nos dijimos..., salí a arrastrándome de nuevo y volví a recorrer miles de días de vacío. Y todo para volver a acordarme de ti y tener que repetir el mismo ciclo una y otra vez.
Así, fue como me di cuenta que las personas no se olvidan, ni los recuerdos del pasados, simplemente se aprende a convivir con ellos como parte de nosotros. Hasta que con el tiempo no sean más que un zumbido, un susurro en nuestro oído que nos recuerda quienes somos, y que vivimos.
Esa punta del iceberg que mostramos, pero que solo nosotros sabemos que hay más abajo.


jueves, 21 de junio de 2012

Supongo que no fue como esperamos, como hablamos de niñas sentadas en las gradas del colegio, o riéndonos en tu casa, supongo que ahora no debería estar llorando. A pesar de todo, de todo el dolor, sigue aquí ese sentimiento en el interior es algo que nadie podrá arrebatarme, ni yo misma.
Aún así estoy feliz, porque fue una mirada, una sonrisa, un momento y fue tan perfecto, fue como ese futuro del que hablábamos. Tú y yo.
Todavía recuerdo tu voz alentándome a ser mejor, más fuerte. Recuerdo tu risa diciéndome: se feliz.
Ahora me toca decírtelo a ti, aunque seguro que ya lo sabes. No dejes nunca de sonreír.