sábado, 3 de mayo de 2014

Miedo hipócrita/jueves 01-05-2014

¿No odiáis esa sensación de impotencia ante una situación? pues yo odio más esa sensación de saber que puedes hacer lago, por mínimo que sea, pero por miedo no lo haces. Esta ahí al alcance de tu mano, un jodido whatsapp y ya está, ya has producido un cambio; pero no, no lo haces. Tienes el móvil en la mano y aún así no encuentras el valor o el motivo para hacerlo. Y tienes miedo, pero no sabes si miedo de lo que pueda pasar, o miedo porque en tu interior te dices déjalo ya, no puedes hacer más. Miedo porque no sabes si tienes miedo de no poder ayudar o de no querer hacerlo. Miedo de no saber si de verdad está en tu corazón o en tu conciencia. Tienes miedo. Pero es un miedo hipócrita, un miedo escondido entre excusas y metáforas absurdas detrás de las que buscas esconderte. Y acabas engañándote, diciéndote a ti misma que no sabes lo suficiente, que no puedes comprender, que no eres lo suficientemente fuerte. Pero dentro de ti sabes que es mentira. Y sobran las palabras, y el tiempo, porque cuando te engañas a ti mismo, en realidad no lo estás haciendo, en realidad lo sabes todo perfectamente. Pero decides decir que no, por el dicho ese de "ignorante pero feliz". Que felicidad más absurda.
Y entonces decides seguir tu vida, pero como siempre sin preocuparte demasiado por las cosas, solo cuando son demasiado grandes y no puedes con el peso de ellas te enfrentas, te das la vuelta y las miras a la cara, y te das cuenta de que la culpa es tuya. Te das cuenta de que eres tú la que decidiste actuar como sino estuviera sucediendo, que eres tú la que " se hizo la loca". Y ahora te auto convences diciéndote que queda poco, que ya no hay tiempo, pero es otra de esas absurdas excusas que te tiras a la cara. Es otra de esas estúpidas decisiones que tomas, y no mandas ese estúpido whatsapp. Y lo dejas todo en una habitación, todo bien ordenado y colocado, como si nunca cometieras un error. Pero eso es solo un espejismo que te obligas a creer, porque tu sabes que todo está destrozado y que ya no hay nada.
Pero no importa, tú di que sí.

Noches de insomnio/miércoles 30-04-2014

Hay quien dice que es por la noche cuando nuestro subconsciente emerge de las profundidades de nuestra mente y rebela lo que nos atormenta el alma. Los hay que dicen que es en esos minutos antes de caer rendidos ante el cansancio donde salen a flote y se cuelan en nuestros sueños, dejándonos un sabor de boca amargo. Y, finalmente,  los hay que dicen que surgen al despertar, que tras nuestro subconsciente auto apalearse se decide a dejar de castigarse y nos mortifica a nosotros un rato, por puro egoísmo.
Pero, yo creo que no, creo que se mezcla todo, que deciden aparecer a la vez y a la misma hora, como dos amantes que se piensan. Primer rueda en la mente como una melodía que tarareas, pero no ubicas, siempre sonando, pero sin ser nombrada. Después eres más consciente de ella, te percatas de lo que estas cantando y por qué. Sin embargo, es en los sueños donde realmente se manifiesta la verdad, como si la realidad fuera demasiado efímera para semejante afirmación. Esta decide aparecer en el mundo de los sueños, donde no hay límites y la mente siempre puede recurrir al olvido o a la locura.
Maldita mañana, es ahí donde la verdad se arma de valor, el sol la anima a visitar el mundo terrenal y con paso tambaleante se va asentando en nuestro cerebro, contándonos los hechos transcurridos durante la noche. Como si de un marionetista se tratase va moviendo los hilos de nuestro pensamiento y los guía a los más sombríos pasajes de nuestra mente, a nuestras más oscuros secretos, nuestras mayores vergüenzas, decepciones, lamentos, llantos... y por si no fuera poco, se regodea de nuestra incapacidad para cortar esos hilos y abandonar esa parte de nuestra conciencia. Y, paulatinamente, como una presa que disfruta de la esperanza de su presa de poder escapar, nos deja ir, pero solo por el momento, porque le gusta esperar a la noche cuando estamos indefensos y con la guardia baja para asestar de nuevo el hachazo.
Maldita noche.