viernes, 27 de mayo de 2011



Insensible, siempre he odiado esa palabra. Pero por mala suerte siempre me llaman así.
¿Acaso el único sentimiento es la tristeza?,¿Tienes que llorar para tener sentimientos?
No tenéis ni la más mínima idea del esfuerzo que con lleva a veces reír todos los días, sin dejar pasar a la tristeza , reteniendo las lágrimas. Porque ser insensible es como decir que no sientes nada, y por consiguiente no eres nada.
No somos mas que una espiral de emociones, y si las matas no eres nada.
Pero bueno, si alguna vez, alguno lee esto, que sepáis que desde que girasteis la esquina lloré contra la puerta y luego tuve que subir los escalones de uno en uno, tragarmelas y sonreirle a mi abuela y mi tío, porque soy una insensible que no quiere que sufran al verme a mi sufrir supongo.
Me dolió, sí, acepto que siempre estoy cortando el rollo, pero se nota que lo hago de buenas maneras sin malas intenciones, pero que más da, ninguno va a leer esto, simplemente quería desahogarme y escribir es la mejor forma.

jueves, 19 de mayo de 2011

Cuando llegó el vacío



Cayó lentamente, como si estuviera en un mundo inerte, se enrosco en el frío suelo, de una habitación vacía en un mundo triste.
Y lloró,
ni siquiera sabía la razón de dichas lágrimas, ni de dicho dolor, simplemente fluía por sus mejillas.
No había nada que le diera esa esperanza, esa sonrisa que arrastra el dolor fuera.
Y derepente, desesperadamente, la lluvia la acampaño en su dolor, no había paredes, ni vallas, solo un desierto de asfalto.
No había nadie, ni nada, no quedaba ni aire.
No había tiempo, olvido que era sonreír, que era reír.
Solo quedaba la sensación en el pecho de que tu corazón deja de latir por un segundo, y ese último latido que dio antes de parar, lleva dolor a todas tus venas, a cada rincón de tu cuerpo, un dolor que ni las lágrimas es capaz de apaciguar.
Apaciguar, eso buscas, que tu alma vuele libre, a ese lugar que llaman cielo, ya no hay ni creyente ni ateo, no sabes que significa dios, ni sentir el sol.
Y sin tiempo, quedas retenida en ese estado entre muerte y vida, con la tráquea cerrada, pero la mente despierta, sientes el dolor pero no el descanso.
Los últimos versos de la canción son olvidados, y no queda más que el silencio para acompañarte.
Y olvidas que es morir y vivir, hasta olvidas que es el dolor, quedas en un estado de inexistencia,tan vacía.
Solo sabes caminar, en los recuerdos olvidados.
Y suspiras, respiras,recuerdas,amas, te golpeas, sale una sonrisa.
Y no, no te has drogado, simplemente te han salvado.

lunes, 9 de mayo de 2011

Buenas o malas noticias, depende del punto de vista.


Bueno, he visto que leéis mucho la historia de Layla, que la verdad abandoné hace mucho, mucho tiempo, porque pensé que a nadie le interesaba.
Pero viendo vuestro interés por ella y el desinterés por Jana, he decidido retomar esa historia, pero voy a borrar el capítulo siete, y empezarlo, porque cuando lo escribí no estaba muy bien, porque salío un potaje increíble.
Pero lo que os iba diciendo, que voy a retomar Disculpa mi no inocencia,y que espero que os guste tanto la historia como la decisión que he tomado.
Muchas Gracias a los que leéis,y si tenéis alguna objeción o idea encantada de leerla.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Supongo que empecé a verlo de esa manera.





Dicen que un paso hacia delante, dos hacia detrás. Y ahora estoy a la deriva, no sé a donde sujetarme.
Escuché una frase que dice, a veces resistir significa ser destruido, ahí esta la respuesta.
Creo que es hora de dejarse caer, sujetarme a mí misma.
Y sí, es posible que no lo consiga, pero, no importa, tú eres tu mejor amigo, gran frase.
La verdad no sé que se hizo añicos, para cuando fui a averiguarlo era demasiado tarde.
Tarde, pronto, los sentimientos no conocen de tiempo si no de momentos.
Y supongo que deje pasar el monento oportuno y ahora este embrollo que llamaba inquebrantable está tan quebrado que no se por donde sujetar los pedazos.
Pero esta vez voy a sujetar mis propios pedazos, ya que nadie se interesa por ellos, y dejaré de intentar de sujetar los ajenos porque cuando consigues unirlos ya nadie parece necesitarte y pasas de ser amiga a ser alguien.
Admito que soy una cobarde, que no tengo el valor de decir lo que me pasa por dentro, pero que más da, al fin y al cabo no son más que palabras y las palabras se las lleva el viento.
Supongo que por eso escribo.
Bueno, me voy, espero que el sonido de la lluvia ripequeteando contra mi ventana me ayude a entender, aunque ni siquiera sé que tengo que entender.