Quizás os parece una idea remota, loca incluso, viniendo de una atea como yo; pero, a veces me gustaría creer que hay alguien ahí arriba, alguien que me escucha y puede entenderme.
Y no porque los que conozco no puedan, es que yo no puedo, y a veces pienso que si tuviera algo de fe en el corazón todo sería mas sencillo, simplemente podría cerrar los ojos y rezar por que las cosas mejorarán. Llamadme ilusa, pero es difícil de explicar esa sensación de no encajar, y a pesar de haber desaparecido todavía queda el recuerdo. Y sé que los problemas del alma son difíciles de arreglar, pero el tiempo siempre está de nuestra parte, para bien o para mal.
Solo espero encontrar ese lugar llamado hogar dentro de mí, que me permita amar, que no me haga cerrarme sobre mí misma.
Quizás puedo tener fe en el mañana y en el presente, quizás no pueda rezarle, pero puedo cambiarlo.
Y no porque los que conozco no puedan, es que yo no puedo, y a veces pienso que si tuviera algo de fe en el corazón todo sería mas sencillo, simplemente podría cerrar los ojos y rezar por que las cosas mejorarán. Llamadme ilusa, pero es difícil de explicar esa sensación de no encajar, y a pesar de haber desaparecido todavía queda el recuerdo. Y sé que los problemas del alma son difíciles de arreglar, pero el tiempo siempre está de nuestra parte, para bien o para mal.
Solo espero encontrar ese lugar llamado hogar dentro de mí, que me permita amar, que no me haga cerrarme sobre mí misma.
Quizás puedo tener fe en el mañana y en el presente, quizás no pueda rezarle, pero puedo cambiarlo.